Que la Segunda B no es la Tercera no lo va a descubrir nadie. Y el Formentera ya lo sabe de primera mano. El equipo rojinegro enlazó ayer su segunda derrota como local ante un Ontinyent que dejó encarrilado el encuentro con dos zarpazos en la primera parte. El conjunto formenterense no bajó los brazos tras el descanso, recortó distancias e incluso rozó el empate, pero se marchó nuevamente de vacío del Campo Municipal de Sant Francesc.

Lo cierto es que los de la pitiusa sur no merecieron comenzar por detrás en el marcador. De hecho, dispusieron de las tres primeras ocasiones de gol en poco más de un cuarto de hora, una de ellas clara. Fue la de Vinicius, que jugó como titular en detrimento de Juan Antonio. El delantero curtido en la cantera madridista recibió el balón en profundidad y su disparo, prácticamente de primeras, lo despejó el portero a córner. También Fobi, muy activo por el costado derecho, y Nando probaron fortuna con sendos disparos desde fuera del área, pero se marcharon fuera.

Lo que es el fútbol. El equipo valenciano no se había dejado ver por las proximidades del área de Marcos Contreras, pero fue el primero en golpear. Un saque de banda al área lo despejó la zaga, el balón cayó bombeado al lateral del área y, desde allí, Tito Malagón empaló el balón, que tocó en Kiko, se envenenó y acabó en el fondo de las mallas para sorpresa de todos. El tanto sentó como un jarro de agua fría hasta el punto de que Keita Jr. perdonó el segundo en la siguiente acción, cuando se quedó completamente solo contra el portero.

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No tuvo que lamentarse por mucho tiempo el Ontinyent de su error, pues al filo de la media hora amplió el marcador. Un córner sacado en corto acabó con un preciso centro al área pequeña, donde Julen Monreal se adelantó de cabeza para poner tierra de por medio. Justo unos segundos antes, un espectador había gritado desde la grada: «Somos gladiadores y no podemos rendirnos así». Veía a los suyos tocados. Y tanto, pues la realidad es que acabaron encajando el 0-2.

Tras el descanso, el Formentera vio puerta muy pronto y se metió así de lleno en el partido. La fortuna, la misma que acompañó la primera diana visitante, se alió con ella, en concreto con Nando. El centrocampista, tras ejecutar un córner, recibió el rechace prácticamente en la misma esquina y su centro al segundo palo acabó colándose por la mismísima escuadra en el minuto 49.

Riera pudo empatar el encuentro unos segundos después. Liñán avanzó por el centro, abrió a la derecha para Fobi y el centro de éste lo remató fuera el exatacante del Getafe B. Hubo más llegadas de los locales, como dos disparos lejanos de Agus y Álvaro, pero la pelota no quiso entrar y el Formentera acabó hincando la rodilla por segunda vez en Sant Francesc esta temporada.