Quienes ayer buscaran en la previa del partido un ambiente semejante al del histórico encuentro de la pasada edición de la Copa ante el Sevilla se llevaron un buen chasco. El hecho de que la expedición del Athletic se refugiara en el hotel Blanco de es Pujols, donde también se concentraron buena parte de sus aficionados desplazados, restó algarabía en la localidad de Sant Francesc, escenario de la eliminatoria y del prepartido. Los rugidos no metían miedo desde el Levante formenterense. Apenas un par de decenas de elásticas rojiblancas poblaban las terrazas de la plaza, mientras los seguidores pitiusos se resistían a agitar el pueblo horas antes de una cita tan especial. ¿El buen tiempo animó a la gente a quedarse en la playa? Posiblemente sea una explicación a tan tibio ambiente. Los primeros cánticos llegaron durante la marcha en comitiva al estadio municipal convocada a las cinco, donde ya sí convergieron con actitud de total respeto y fraternidad seguidores de ambos clubes.
Los rugidos no dan miedo desde es Pujols
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