Momento en el que la SD Formentera conocen su rival en octavos de final de Copa del Rey. | R. J. Domínguez

Nervios, anhelos, buenos deseos, impaciencia a raudales, ilusión contenida, ciertas dosis de ansiedad y, finalmente, un gran desencanto colectivo. O, al menos, eso es lo que se pudo traducir de los rostros de todos los presentes en la concurrida cafetería San Francisco del pueblo de Sant Francesc Xavier, donde se dieron cita tanto la plantilla del Formentera como numerosos aficionados rojinegros para presenciar en directo el sorteo de los octavos de final de la Copa del Rey. Todas esas emociones y sentimientos a flor de piel fueron experimentadas en cuestión de segundos en lo más hondo de su fuero interno por la mayoría de los hinchas y de los futbolistas del Formentera, que vieron frustrados sus deseos de que les cayera por fin uno de los premios gordos del bombo. Finalmente, tocó el Alavés.


Y es que los maliciosos hados de la fortuna no quisieron ayer sonreírle al Formentera y se confabularon en su contra para que ni Real Madrid, ni Barcelona ni Atlético de Madrid fueran las parejas de baile del equipo rojinegro en la próxima eliminatoria copera. El conjunto de Tito García Sanjuán tendrá que vérselas con otro Primera, en este caso el Deportivo Alavés. Pese a sentarle a más de uno, en un principio, dicho emparejamiento como un pequeño jarro de agua fría, resulta que, bien mirado y desde un punto de vista menos visceral, puede que en lo estrictamente deportivo sea un contrincante ante el que los formenterenses quizá puedan competir con más opciones de superar esta eliminatoria.

Contraste de emociones

La bola con la papeleta del Formentera fue bastante precoz a la hora de salir y pilló por sorpresa a propios y extraños en mitad de la algarabía de los comentarios que circulaban de un lado a otro. Sin perder detalle de la retransmisión de lo que sucedía en la sede de la RFEF, se guardó silencio, se aguantó la respiración y se cruzaron los dedos esperando oír el nombre de uno de los ?grandes?. Sin embargo, se escuchó el del conjunto vitoriano.

Marcos Contreras, portero y capitán del Formentera, declaró sobre el emparejamiento con el Alavés que «sabiendo los rivales que había dentro del bombo y que podían tocarnos, al final te quedas con un sensación un poco extraña». «De cualquier forma, pensando en positivo, si nos hubieran dicho no hace mucho que íbamos a estar en octavos jugando contra el Alavés, lo habríamos firmado todos sin pensarlo», añadió el meta sevillano.

Omar Álvarez, centrocampista del conjunto rojinegro, comentó que «es verdad que el Alavés no es uno de los ?grandes? que todos queríamos, pero es también un club histórico y con un estadio de Primera, que es lo que todos buscábamos en un sorteo como éste».

Nando Quesada, por su parte, señaló que «por pedir, todos habríamos pedido a uno de los ?grandes?, aunque tenemos que pensar que ya es un premio para nosotros poder estar en este sorteo y que nos ha tocado un rival al que podemos plantarle cara e incluso tratar de repetir lo de Bilbao».

Gabri Gómez, uno de los atacantes del equipo, señaló que «todos queríamos un ?grande?, aunque, siendo realistas y teniendo los pies en el suelo, al final, el Alavés también es un rival de primer nivel». «Además, para mí va a ser muy bonito este enfrentamiento, porque estuve allí jugando seis años y va a ser bastante especial tanto en lo personal como en lo deportivo. Si no era un ?grande?, el Alavés era mi siguiente opción», matizó el delantero catalán.

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Finalmente, Cristian Sanz, segundo entrenador del Formentera, apuntó, con resignación y optimismo, que «cuando entras en un sorteo así es evidente que quieres a uno de los ?gordos?, como en la lotería, pero si te toca un cuarto o un quinto premio, siendo además también un Primera División, tampoco te vas a enfadar».

EN TRES TOQUES

Ausentes, aunque presentes

Xicu Ferrer y Tito García Sanjuán no pudieron presenciar el sorteo de los octavos de final con la plantilla al encontrarse ambos fuera de la isla.

País Vasco, territorio propicio

Puede que haya influido el destino, o puede que no, pero el año pasado el ascenso se certificó en Vitoria y el pase a los octavos se logró en Bilbao.

Sin temor

Los aficionados y los futbolistas rojinegros coinciden en que para continuar haciendo historia en la Copa hay que salir a por todas ante cualquier rival.