Desde al menos media hora antes de que diese inicio ayer el sorteo de los emparejamientos de los octavos de final de la Copa, un buen número de aficionados y fieles seguidores rojinegros fueron dándose cita en el local elegido por la plantilla del Formentera para ver juntos dicha retransmisión por televisión. Entre bromas, chanzas, susurros y comentarios de toda índole, el sueño de ver a uno de los ‘grandes’ del fútbol nacional en el Municipal de Sant Francesc se esfumó demasiado pronto para gusto de la mayoría de los presentes.

«No puede ser», se escuchó decir entre dientes por la zona de la barra. «Vaya decepción y vaya mala suerte hemos tenido otra vez con las dichosas bolitas», comentaron algunos de los aficionados en la parte de la terraza. «Estos sorteos están amañados con eso de las bolas calientes y frías. Dicen que es un sorteo puro, pero las bolas no salen de un bombo como en la lotería para que no haya dudas», apuntaron otros con cierta decepción mientras salían del local.

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No obstante, también hubo aficionados que quisieron ver la vida a través de un prisma de optimismo y salieron convencidos de que el emparejamiento con el Alavés puede llegar a ser hasta muy productivo para el Formentera.
Javier Ferrer, más conocido como Chapis, explicó que «el Alavés está bien». «Hay que conformarse con lo que nos ha tocado porque también es un equipo de Primera y el año pasado estuvo en la final contra el Barça», agregó. Raquel Calafat ahondó en que «ya le hemos ganado una vez a los del norte, así que vamos a intentar repetir ahora con el Alavés».

Josep Cardona indicó que «al principio ha sido una decepción, pero, si lo piensas bien, el Alavés es un rival contra el que se puede competir con más posibilidades de poder pasar». Alejandro Juan Castillo apostilló que «es una buena ocasión para reivindicar el fútbol de los modestos y de los humildes, y para que el Formentera demuestre otra vez de lo que es capaz».