Moreno, a la izquierda, pugna con el visitante Roberto por un balón aéreo. | Marcelo Sastre

El Son Cladera no pagó los platos rotos, sino la vajilla entera. El Club Deportivo Ibiza se sacó la espina de la semana pasada, en la que había caído de manera injusta contra el Binissalem (1-0) en un encuentro que dominó de principio a fin, a costa de los de Isidro Marín.

Los rojillos ya dejaron el partido prácticamente visto para sentencia en la primera parte, que se cerró con 2-0 en el marcador. Eso sí, a pesar del aplastante dominio de los locales, lo cierto es que los visitantes disfrutaron de la mejor ocasión de este periodo para adelantarse en el marcador. Raúl se quedó absolutamente solo contra Contreras en el minuto 21 y chutó sorprendentemente al larguero.

Hasta entonces, los de Antonio Racero Puma habían protagonizado diversas aproximaciones al área rival, pero errores en el control o el último pase les habían impedido adelantarse en el tanteador. El que más cerca estuvo de mojar fue Devesa, que se sacó un zambombazo desde el vértice del área que repelió el portero.

Después del susto del Son Cladera, que jugó con dureza y no mereció acabar con once sobre el campo, Terán deshizo las tablas. Se había cumplido ya la primera media hora de juego cuando el habilidoso atacante andaluz cruzó el balón dentro del área para fabricar el 1-0.

El segundo no se hizo esperar. Cuatro minutos después, Jaime puso tierra de por medio. Moreno abrió bien la pelota para Ramos, que chutó a los pies del portero. El rechace le llegó al joven extremo sevillano, que subió el 2-0 al electrónico y se estrenó como goleador.

La renta pudo haber sido incluso mayor al descanso, pero el palo se puso de por medio. Devesa y De las Heras estuvieron a punto de repetir la falta que acabó en gol contra el Sóller, pero el lateral izquierdo chutó al poste y Pau Pomar mandó a las nubes el rechace con toda la portería a su favor.

De todas formas, la diferencia entre uno y otro equipo era tan grande que pocos dudaban que la ventaja aumentaría tras el asueto. Y así fue. A los veinte minutos de la reanudación, el recién incorporado Winde sirvió un balón largo para que Ramos, con un control orientado, driblara al portero en el mano a mano y marcara a placer.

Siete minutos después llegó el cuarto de la tarde. Ramos firmó su doblete particular tras cabecear a la red un centro de Pau Pomar peinado ligeramente por un defensor en el primer palo.

A pesar del resultado, el equipo de Puma no quitó el pie del acelerador. Siguió buscando la portería rival para aumentar la goleada. De hecho, estuvo a punto de llegar la ‘manita’ en un disparo de Ortiz desde el centro del campo y en una falta directa de Terán, pero el poste rechazó el esférico cuando llevaba marchamo de gol.

Con todo, los tres puntos ya estaban en el bolsillo y no hicieron falta más goles. El vendaval rojillo arrasó al Son Cladera y sumó un triunfo más que le mantiene cerca de la zona de play off.