Toño Stihl posa con el número 37 después de haber conseguido superar su reto.

Desde las 06.05 horas del sábado a las 03.50 horas del domingo para recorrer 330 kilómetros en bicicleta y ascender 8848 metros, la altura del Everest. Eso es lo que logró este fin de semana Toño Stihl. Este ciclista madrileño, afincando en Ibiza, completó esta gesta para dar visibilidad a lucha contra el cáncer y recaudar fondos para ayudar a los niños hospitalizados a través de la ONG ibicenca Proyecto Juntos.

Stihl se enfrentó a un reto que se conoce como el ‘Everesting challenge’, que no es otra cosa que subir en cualquier rampa el número de veces que sea necesario para llegar a la altura del Everest, 8848 metros. Este ciclista lo hizo en los 4.4 kilómetros que tiene la Cala de Sant Vicent a la que subió 37 veces.

Los números finales sobre la bicicleta son: 330,82 kilómetros, un desnivel positivo de 8.851 metros, 19h29’37’’ en movimiento a una velocidad media de 17 kilómetros por hora.
Stihl se mostró ayer tremendamente satisfecho por lograr un reto que «muchos pensaban que no iba a poder hacer». «Yo no quiero ser más ni menos que nadie. Esto lo hice por lo niños, para intentar sacarles una sonrisa cuando estén en el hospital», aseguró ayer.

Con el dinero recaudado –el total se sabrá a lo largo de la semana–, este ciclista pretende decorar y comprar juguetes para mejorar las instalaciones de Can Misses en la zona infantil. «Aún no sé cuánto es el total, pero hemos conseguido mucho más de lo que esperábamos», señaló.

En cuanto al reto propiamente dicho, Stihl afirmó estar «muy emocionado» y «superado por el momento». «Fue muy duro. Tuve un par de momentos de bajón, pero nunca pensé en abandonar. El apoyo de los ciclistas que se acercaron y, sobre todo, de Juanjo Serra, mi entrenador, y mi hermano Germán me dieron alas», concluyó.