El Portmany consiguió ayer un triunfo vital ante el Binissalem gracias a un solitario gol de Soldat. El tanto, en la segunda mitad, significa la primera victoria de Nacho Villodre en el banquillo de los de Sant Antoni, que salen de la zona de descenso.

Los ibicencos encaraban el partido contra un rival directo con muchas urgencias. Desde hace varias semanas, en el municipio sanatoniense sólo había oscuridad. Las siete jornadas consecutivas sin ganar eran una losa cada vez más pesada.

Tras una primera parte en la que el marcador no se movió, los jugadores de Nacho Villodre consiguieron llevarse una alegría gracias a un gol de Marc Soldat en el minuto 64.

El Portmany consiguió mantener la ventaja ante un Binissalem que, con el marcador en contra, adelantó líneas, pero sin conseguir ver portería ante el gran trabajo de los dos centrales locales: Gady y Curuné.

Con el pitido final, la alegría regresó a un campo que no festejaba un triunfo desde el 14 de septiembre contra el Ferriolense. La victoria es un balón de oxígeno para un Portmany que estaba en caída libre. Los tres puntos sacan a los de Sant Antoni del descenso. La próxima jornada, los de Nacho Villodre tienen otra cita vital por la permanencia, pues recibirán en casa a otro rival directo como es el Esporles.