La grave crisis celeste se acentúa

La lógica imperó en el pabellón de es Viver y la UD Ibiza Ushuaïa Volley cayó derrotada contra un equipo superior en todo (plantilla e historia) por un contundente 0-3. De esta forma, la pésima dinámica celeste se mantiene inalterable. Ya son siete partidos los disputados en este 2021 (seis de Superliga) y uno de Copa), todos ellos saldados con derrota y sin un solo set a favor. Increíble, pero cierto.
Lo cierto es que los pupilos de Aitor Barreros plantaron cara en el primer set, que estuvo repleto de emoción. Comenzó mandando con hasta dos puntos de ventaja (7-5), pero los ahorradores reaccionaron para voltear el marcador (7-8) y escaparse de tres (14-17), lo que obligó al técnico local a parar el partido.
Tras la pausa, la Udé reaccionó a lo grande y se puso por delante (20-19). Esto hizo que el Unicaja pidiera tiempo muerto. El parón también le surtió efecto y un parcial 0-3 (20-22) complico las cosas. Con todo, el cuadro pitiuso reaccionó y disfrutó de dos bolas de sets. No supo aprovecharlas, todo lo contrario que un equipo almeriense que no perdonó la primera que tuvo (25-27).
La segunda manga no tuvo nada que ver con la primera. La oportunidad perdida por los unionistas pasó factura al tiempo que liberó a un Unicaja que, con una marcha más, se paseó por la pista tras el breve descanso.

El 9-15 hablaba por sí solo de la diferencia de nivel en este juego. Los andaluces llegaron a disfrutar de una máxima ventaja de siete puntos (10-17), que fue precisamente con la que cerró el set (18-25) tras un remate de Diedhiou, jugador con pasado en las filas ibicencas.
La UD Ibiza Ushuaïa Volley no arrojó la toalla. A pesar de tenerlo todo en contra, tiró de casta y orgullo para tratar de ponerle las cosas difíciles a los andaluces. Su mejor actitud se notó en los primeros puntos. De hecho, llegó a ir ganando por dos (5-3, 6-4 y 7-5).
Los visitantes fueron poco a poco remontando y, tras el 12-12, endosaron a su adversario un parcial 0-7 que dejó el duelo visto para sentencia (12-19). Los dos tiempos muertos solicitados por Aitor Barreros entre medias del vendaval no calmaron las aguas y el Unicaja, con un Augusto imparable –hizo nueve puntos en esta manga, tres de saque directo, y acabó el choque con 20 tantos–, emprendieron rumbo hacia la conquista del tercer set (15-25) y, por consiguiente, el partido (0-3). La crisis celeste se acentúa.