León controla el balón ante la presencia de un jugador rival.

Cruel, no; lo siguiente. Así fue para la UD Ibiza Gasifred el último minuto del partido de ayer contra el Calvià, que le marcó dos goles, el último envuelto en polémica, en los últimos 45 segundos para empatar a cinco y complicar la clasificación de los celestes para la fase de ascenso. Eso sí, dependen de sí mismos.

Los unionistas ganaban por 3-5 y tenían los tres puntos en el bolsillo cuando pasó lo que pocos podían imaginar. Primero, los mallorquines redujeron distancias con portero-jugador en una salida de presión. Quedaban 45 segundos por delante.

Los de José Fernández aguantaron el tipo y dispusieron de una falta a su favor en su propia pista cuando sólo restaban seis segundos. Mandaron el balón en largo hacia Charly y los árbitros sancionaron una presunta falta sobre Rosa que permitió a los locales disfrutar de un doble penalti con el reloj prácticamente a cero. Eusema asumió la responsabilidad y mandó el balón a la escuadra. La pelota golpeó en el palo interior de la portería y salió repelido, lo que hizo que los visitantes reclamaran que la pelota no había entrado, pero lo hizo y ahí volaron dos puntos.

Por lo demás, el encuentro estuvo dominado por el Calvià en lo que a juego se refiere, pero el cuadro ibicenco se mostró mucho más efectivo ante la portería. Eso permitió a la UD Ibiza Gasifred marcar los dos primeros goles del encuentro antes de cumplirse el ecuador del periodo inicial. Un disparo de puntera de Parra y un tanto de León tras un mal rechace del portero ponían las cosas bien para los de Vila.

Sin embargo, el equipo mallorquín reaccionó antes del descanso, al que se llegó con 2-2. Eusema, que superó a Iván por debajo de las piernas, y Gordillo, en un disparo que rebotó en Solé, nivelaron la contienda. En la recta final, el Gasi decidió jugar con portero-jugador, pero lo cierto es que estuvo a punto de encajar el tercero sobre la bocina con un disparo lejano de Rosa que se marchó fuera.

Tras el descanso, la UD Ibiza recuperó su ventaja de dos goles en minuto y medio, con la colaboración inesperada de un Miró que pudo hacer más en los disparos de Alvarito y, sobre todo, Ernesto. No estuvo nada fino el meta local el día de ayer.

Parra pudo poner más tierra de por medio en el 26, pero el palo lo impidió. Poco después, Gordillo no perdonó en un saque de esquina (3-4). Comenzó entonces el asedio de los locales, pero el que vio portería fue la Udé en el 37, en una contra conducida por Charly y finalizada por Parra. El Calvià se jugó el todo por el todo con el portero-jugador para evitar la derrota. Lo logró tras un último minuto difícil de asimilar para los celestes, que hoy (17.00) jugarán en es Pratet el partido aplazado contra el Arenys de Munt.