Gilbert pelea con dos jugadores del Olot | Arsen Voronyy

La Peña Deportiva ha dado este domingo un paso de gigante hacia la permanencia. Los de Santa Eulària se han impuesto al Olot (2-1) en un partido que se puso cuesta arriba en la primera parte, pero que consiguieron remontar en el segundo periodo gracias a los goles de Pau Pomar y Aaron.

Casañ apostó por un once similar al que le dio la victoria contra el Hospitalet, con Nacho y Barca en la punta de ataque. Las modificaciones estuvieron en la zona defensiva donde Marc de Val actuó como central y Fonda como lateral izquierdo. El partido comenzó con una Peña que le quería meter intensidad al encuentro y un Olot que con una defensa de cinco tocaba con calma para rebajar las revoluciones e intentar sorprender con balones en largo.

El primer disparo a puerta llegó cuando se alcanzaba el minuto 15. Xumetra probó con un disparo lejano que obligó a Seral a sacar una buena mano para mandar el balón a saque de esquina. Los catalanes, con el paso de los minutos, iban inclinando el campo a su favor con el viento como protagonista.

A la Peña le costaba llegar a zonas de peligro con el balón controlado. Colau fue el primero en probar a Pol Ballesté. El extremo chutó con fuerza, pero sin complicarle la vida al portero visitante. Corría el minuto 23.

En el 33, se hizo el silencio en Santa Eulària. Un balón en largo sorprendió a Pau Pomar y De Val, Juan Delgado les ganó la partida se coló dentro del área y acabó derribado. El árbitro no dudó y señaló penalti para desesperación de una grada que reclamaba que había sido fuera del área. Las imágenes televisivas demostraron que así había sido y que el árbitro se había equivocado. Xumetra fue el encargado de lanzar desde los once metros y no falló.

Tras el gol, el guion no cambió. La Peña seguía teniendo problemas para llegar a zonas de peligro y en la recta final de la primera parte fueron los catalanes los que pudieron aumentar la renta. Primero, en una jugada de estrategia en un saque de esquina; y después, tras un error en la salida de balón peñista que terminó solventando Pau Pomar.

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Los de Santa Eulària acabaron sufriendo, metidos en su área con balones colgados en la estrategia. El tiempo de descanso daba respiro a un equipo que necesitaba poner en orden sus ideas de cara al segundo tiempo.

La Peña salió con ímpetu en busca del empate. Barca reclamó penalti en el 51 por un agarrón cuando se giraba dentro del área para intentar rematar. El árbitro dijo que ahí no había pasado nada. Poco después, era Colau quien probaba con una falta directa que se fue a córner tras tocar en la barrera. Apretaban los de la Villa del Río.

Casañ buscó la reacción moviendo el banquillo y dio entrada a Aaron y Gilbert por Nacho y De Val. Un cambio ofensivo que retrasó a Andreu a la posición de central. Los ibicencos eran los completos dominadores del juego, pero Ballesté seguía sin tener que intervenir.

Los de Santa Eulària lo intentaban ante un conjunto que endurecía su juego y no concedía casi nada. Las ocasiones de peligro seguían si llegar y parecía que la única opción era encontrar la suerte a balón parado. Casañ buscaba soluciones y dio entrada a Nico y Antonio López en el minuto 75.

Y a balón parado llegó. Golazo. Golazo. Golazo. Pau Pomar controló con el pecho y remató con una tijera acrobática ante la que nada pudo hacer el portero visitante. Golazo. 1-1, minuto 77 y mucho por jugar todavía.

El tanto espoleó a los locales que se fueron en busca de la victoria. En el 81, Gilbert aprovechó un error defensivo para hacerse con el balón. La jugada continuó y el balón le volvió al atacante que se coló en el área y acabó siendo derribado. El árbitro señaló un penalti muy protestado. Aaron cogió el balón con firmeza. No dejó que nadie se lo quitase y demostró confianza con un buen lanzamiento que dio la vuelta al partido.

En la recta final, el Olot buscó nuevamente el empate, pero los locales supieron dormir el partido. Intentaron que no pasase nada y poco pasó. Mucha disputa en el centro del campo mientras los minutos caían hasta el pitido final. Los tres puntos hacen que la Peña acaricie la salvación.