Juan Carlos Palau, en plena acción.

No hay muchas familias que puedan presumir de tener un subcampeón y un tercero del mundo. Menos aún que los éxitos lleguen en la misma prueba. Eso es lo que han hecho Juan Carlos Palau y Álex Prats. Estos dos jóvenes de 19 años son primos y se subieron al podio del Campeonato del Mundo de motos de agua en la categoría Runabout GP4, una cita que se celebró en aguas de Cerdeña.

Palau comenzó en el mundo de la motonáutica hace cinco años, tras haber empezado a competir en carretera. Pronto empezó a destacar, consiguiendo grandes resultados que le hacen contar ya con un extenso palmarés con medallas en pruebas nacionales e internaciones.

El joven viajó a Cerdeña con el objetivo de colgarse la medalla de oro y lo tuvo muy cerca. Si ganaba la tercera manga, el título mundial era suyo. Iba primero cuando se fue el agua y perdió todas sus opciones. «Es la primera vez que me caía en una competición. Es verdad que iba arriesgando porque sabía que si ganaba era campeón, pero me da rabia porque nunca me había caído», lamentó. Eso sí, está más que satisfecho: «Iba a por el oro, pero un subcampeonato mundial es un gran resultado».

Por su parte, Álex Prats veía a su primo y pronto le entró el gusanillo de seguir sus pasos. Hace cuatro años que empezó a competir y enseguida demostró que tenía maneras. El bronce cosechado la semana pasada en Italia es su mejor resultado, pero también cuenta con un tercer puesto en el Europeo del 2019.

Al ser cuestionado sobre si contaba con subirse al podio, señaló: «El año pasado no pudimos competir por la COVID y llegábamos a esta cita con mucha ilusión. La verdad que buscaba subirme al podio, pero sabía que era muy difícil. Estoy muy contento con el tercer puesto y me da mucha fuerza para el futuro».

Todo queda en familia
Aunque son rivales en el agua, los dos primos trabajan como equipo fuera de él. Analizan los circuitos, las diferentes trazadas y ponen en común sus estrategias para ayudarse el uno al otro. «Somos rivales, pero nos ayudamos. Llevamos muy bien la competencia entre nosotros. Nos gusta estudiar las carreras juntos, hacer los cálculos y las estrategias para decidir cuál es la mejor opción», explicó Palau.

Una idea que recalca el propio Prats: «La rivalidad se lleva muy bien. Entrenamos juntos, viajamos juntos y analizamos las carreras juntos. Es como si fuésemos del mismo equipo y nos ayudamos el uno al otro».

Ayer los dos jóvenes llegaron a Cádiz donde participarán en la Copa Ibérica, que además forma parte del Campeonato de España. Tras el éxito mundialista no ocultan que su objetivo es ir a por el doblete: «Siempre intentamos eso. Da igual quien quede primero o segundo, pero siempre salimos a ganar».

Tras la prueba gaditana, la siguiente parada será Mazarrón donde concluirá el Campeonato de España y después a preparar la próxima temporada en la que intentarán volver a brillar en las pruebas internacionales.

Una preparación que, como es habitual, tendrá mucho más trabajo en tierra firme que en el agua. Los dos confiesan que no entrenan demasiado sobre la moto. Alguna vez la cogen en las costas de la isla, pero normalmente sus entrenamientos consisten en un trabajo más físico. El gimnasio y la bicicleta suelen ser sus principales actividades para llegar en forma a la competición.