Los colegiados han dicho basta. En la imagen, Amy Peñalver. | Gemma Andreu

Insultos, humillaciones, amenazas, agresiones. Así es la vida de los árbitros cada fin de semana. No en todos los campos, no en todos los partidos, pero en los suficientes como para tomarse mucho más en serio que esto tiene que terminar. Algunos campos de fútbol se han convertido en campos de minas para los colegiados, cuya desprotección les hace ser foco de la ira de seguidores sin el más mínimo sentido de la educación y cuya violencia verbal es el primer paso para que después se convierta en física. Los colegiados han alzado la voz porque de no frenar este exceso de agresividad desde la grada, algún día ocurrirá una desgracia.

AGRESIONES FÍSICAS

«El asistente recibió un monedazo»
Es suficiente con echar un vistazo a lo que ocurre en algunos campos jornada a jornada. Leyendo las actas de los árbitros uno no sabe si es un escrito relacionado con el deporte o una crónica de sucesos del extinto semanario ‘El Caso'. Ultima Hora ha tenido acceso a un buen número de actas en las que se puede constatar la terrible realidad que se vive en algunos campos. Por ejemplo, en el Serverense-Binissalem de Tercera División disputado el 28 de enero, el colegiado Adrián escribía: «...el asistente me comenta que ha recibido un golpe en el cuello, ya que un aficionado local lanzó una moneda y le impactó en el cuello...». Al final del encuentro «los aficionados locales —continúa el acta— prosiguieron con numerosos insultos como putos inútiles, subnormales, etc. Finalmente, cabe destacar que al finalizar el partido un agente de la guardia civil nos comentó que se estaba vendiendo alcohol en el bar». En otro partido jugado en Sant Llorenç des Cardassar entre el equipo local y el Artà, el árbitro escribía: «En el minuto 44, después del gol anotado por el C.E Cardassar, escuchamos desde la zona donde se encontraba mi asistente nº 2, insultos y menosprecios a nuestras personas y también a los jugadores de ambos equipos, tales como: «Chúpale la polla al árbitro, sois unos hijos de puta, no se puede ser tan malo...» en ese momento no pudimos identificar a las personas responsables y mucho menos a qué equipo animaban», indicaba el colegiado.

«Putos inútiles de mierda». Algunos de los insultos e improperios que tienen que soportar los árbitros en ciertos campos están reflejados en el acta de los partidos. «Putos imbéciles», «subnormales», «malparidos», «putos inútiles de mierda»... y así una retahíla de insultos que en algunos casos desembocan en situaciones mucho más complicadas. Los colegiados quieren que esta vorágine se detenga de inmediato.

INSULTOS

«Cagados, cobardes»
En este mismo partido, el colegiado anotó: «En el minuto 61 del encuentro, momento en el cual debía sacar de banda el C.E Cardassar junto a la línea del centro del campo, atacando ellos a la portería más alejada al bar. Escuchamos tanto yo como mi asistente nº2, insultos dirigidos a nuestra persona y a los jugadores del C.E Cardassar tales como: Me cago en tu puta madre, que malos sois, ineptos, inútiles, que te esperabas al apuntarte a árbitro, vaya mierda pitas, no tenéis ni puta idea, como el árbitro sea tan tonto como tú, hijo de puta, cagado, cobardes. Todo esto provenía de un sector del público identificados como seguidores del C.E Artà por sus colores y vestimenta», apuntaba el colegiado.

«Os vamos a esperar fuera». Las amenazas son también continuas. Además de los insultos, los colegiados escriben en sus actas como en ocasiones los improperios se convierten en intimidaciones con claras incidencias en su integridad física. Amenazas como pasarse el pulgar por el cuello o el típico «os vamos a esperar fuera» son también habituales cada jornada en algunos de los campos que tienen que visitar. Tras un periodo de cierta calma, una vez más la violencia verbal se ha desatado.

AMENAZAS

«Recibirás una paliza»
En otro encuentro, concretamente en el Pla de Na Tesa-Recreativo la Victoria, el colegiado relata su experiencia en el acta. «En el minuto 17 de la primera parte del partido un señor, aficionado del Recreativo la Victoria, se dirigió a mí con los siguientes términos: eres un gilipollas y un maricón. En consecuencia a esto llame al delegado de campo el cual echó al señor pero no sin antes este volver a insultarme y amenazarme con los siguientes términos: eres un maricón, te espero fuera, no sales de aquí», indica el colegiado en el acta del partido. En este encuentro los incidentes de público continuaron. «En medio del descanso el delegado del equipo local me avisa de que el señor aficionado de la Victoria había vuelto a entrar al campo habiendo amenazado al coordinador del Pla de Na Tesa para poder entrar y reiterando sus amenazas hacia mí una vez más...». «Cabe recalcar que las amenazas se seguían dando por parte del aficionado del equipo visitante, la Victoria, diciendo que iban a venir sus familiares a esperarme fuera y que no iba a salir del campo, sin antes recibir una paliza, esto antes de que llegaran las fuerzas públicas, ya que cuando llegaron decidió marcharse antes de que pudiera ser identificado».

SANT ANTONI. FUTBOL. PARTIDO DE TERCERA DIVISION ENTRE PORTMANY Y SAN RAFAEL, (2-2).
Imagen de un partido de Tercera División, categoría que, en caso de huelga, parará este fin de semana.

HUMILLACIONES

«Putos panchitos»
Siguiendo con esta crónica de despropósitos, en un partido entre el Athletic Club Montuïri y el Baleares Sin Fronteras, el colegiado, Alejandro, refleja en el acta las humillaciones que soportaron en el campo. «En el minuto 80 paré el juego debido a que una serie de personas identificadas como aficionadas al equipo local Athletic Montuïri situadas en el lado contrario a la zona de banquillos se dirigieron a mi asistente número 2 a mi persona y a jugadores contrarios en los siguientes términos: «putos maricones» «línea eres un puto niñato» «árbitro qué coño pitas hijo de puta» «putos panchitos» En el minuto 85 paré el juego debido a que una serie de personas identificadas como aficionadas al equipo local Athletic Montuïri situadas en la grada superior a la zona de banquillos se dirigieron al entrenador visitante don Mulet Contestí José en los siguientes términos: «calvo de mierda» «puto inútil» «Fill de puta».

«Putos maricones». Se empieza insultando y después humillando a árbitros y asistentes y a partir de ahí todo puede suceder. Son numerosas las ocasiones en que los colegiados, temiendo por su integridad, tienen que solicitar con urgencia la presencia de las fuerzas de seguridad, bien para poder terminar los partidos o para tratar de salir del campo sin que reciban ninguna agresión. Actitudes que se daban hace muchos años, pero que habían poco a poco desaparecido. Ahora han vuelto otra vez con fuerza.

INTIMIDACIONES

«Os vamos a esperar fuera»
En otro encuentro, el colegiado Lluís Balle refleja en el acta amenazas de seguidores a los que identificó como del Serverense: «Os vamos a esperar fuera». Al mismo tiempo, uno de ellos me ha señalado y ha gesticulado pasando su dedo pulgar derecho sobre el cuello», escribía el colegiado.