Los de Sant Joan actúan como locales en la ida, algo que su técnico Mario Ormaechea considera una pequeña desventaja: «Siempre es mejor jugar la vuelta en casa, pero nunca se sabe en el fútbol». Eso sí, más allá de campos, lo que tiene claro el entrenador joaní es que es una final a 180 minutos y no hay que arriesgar. «La idea es encajar poco y aprovechar las que tengamos. Intentaremos hacer las cosas lo mejor posible ante un rival que tiene gente joven y con mucha energía», resumió.
Ormaechea lamentó que tendrá las bajas de Marcos Behar, Morris y Josep, así como las dudas de Reyes, Reales y Popovici. Por el contrario, destacó el horario como un aspecto positivo para su equipo: «Somos un equipo veterano y nos vendrá bien, pero vendrá bien a todo el mundo porque esto ya no es fútbol, es salud. Hace demasiado calor para jugar al mediodía y no nos podemos arriesgar a que pase un accidente. El otro día, un chaval del Alaior se quedó medio frito y nos asustamos todos». «Es una cuestión de salud», insistió.
Máxima igualdad
Por su parte, el técnico del filial de la Peña Deportiva, Cristian Carranza, también hizo hincapié en doble partido: «Son 180 minutos y no se puede ver de otra manera. Hay que tener claro eso. Yo creo que da igual el orden de los partidos porque somos dos equipos muy parejos. Nos conocemos mucho y la eliminatoria estará en los pequeños detalles».
En esa línea, destacó que para él la clave del partido estará en «la personalidad» de sus jugadores. «Es un partido entre veteranía y juventud y si sabemos estar centrados y ser nosotros mismos tendremos mucho ganado», sentenció, antes de confesar que tiene a toda la plantilla disponible.
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