El Cedé visitaba el Rico Perez de Alicante buscando su primer triunfo a domicilio y sacarse la espina de, con solo dos empates, ser el peor equipo a domicilio. En el banquillo esperaban su oportunidad las caras nuevas de Dennis Nieblas y Joao Bravo, que no salieron de inicio.
Los rojillos iban a tratar de sacar provecho de un irregular Hércules, que navega en tierras movedizas en un proyecto hecho para aspirar a subir. Los isleños vieron de arranque qué intenciones tenía el conjunto local, con la idea de llevar de salida el control, pero con miedo a ser cazado atrás, algo que los de Manu Calleja fueron aprovechando con el paso de los minutos.
Los visitantes insistieron por la banda izquierda, por donde llegó la primera aproximación reseñable en un envío al segundo palo que no encontró rematador. Se fue soltando el CD Ibiza en un duelo en el que alternaba la posesión con un Hércules que se topó con un gran problema en el minuto 20: Jean Paul vio la roja directa tras una acción con Iker Murua.
Hipotecados en cuanto a hombres los locales, el escenario parecía ponérsele de cara a un Cedé que vio al Hércules rearmar la medular y crear dos líneas para frenar los intentos de los rojillos de pisar área.
El conjunto alicantino buscó el gol a la media hora en un saque de esquina, pero el cabezazo de Chacartegui se marchó cerca del poste de la portería defendida por Marcos Contreras. La única oportunidad antes del descanso del cuadro de Manu Calleja la protagonizó Espínola con un lanzamiento por encima del larguero, llegándose al descanso sin goles.
Tras el asueto, volvió el CD Ibiza a tener una oportunidad a balón parado. La ejecución de Barrero, en cambio, no encontró rematador en el área pequeña. El Hércules no se dedicó a encerrarse y, con descaro, por momentos quiso y tuvo ocasiones, como una de Raúl Ruiz desde la frontal en la que la pelota se marchó arriba.
La posesión visitante, a base de tocar y abrir el campo, fue obligando a los locales a recular. Los herculanos se multiplicaban en defensa, pero sin perder jamás la opción de meter en apuros al Cedé, si bien fueron los visitantes quienes más cerca estuvieron de inaugurar el marcador. Tras bascular el juego de banda a banda, colocaron el cuero en el área pequeña y Marquitos, casi a ras de césped, cabeceó a escasos centímetros de la meta de Carlos Abad.
Final de infarto
Diez minutos quedaban por delante y el fútbol es capaz de deparar destinos inesperados. Tuvo el gol el Hércules tras un error en el control de Espínola, que permitió robar a Maxi y dejar solo en un mano a mano a Alvarito, pero este se topó con un Contreras que se hizo grande. A renglón seguido, el equipo rojillo asaltó la banca. Lo hizo en una internada en el área de Marc Más, que, escorado sin espacio, encontró hueco para alojar el esférico en el fondo de la red.
Con lo más difícil realizado, los locales pusieron rabia y tardaron cinco minutos en echar por tierra el primer triunfo del CD Ibiza a domicilio, pues, primero, Roger cazó un remate en área visitante para igualar la contienda y, dos minutos más tarde, una desafortunada acción entre Contreras y el rebote, que golpeaba en Iker Murua antes de acabar en la portería, daba la vuelta al marcador y dejaba al Cedé sin premio alguno.
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