Toni Vingut en el aeropuerto de Ibiza este lunes por la tarde.

Pasadas las 16.00 horas de este lunes, Toni Vingut aterrizó en la isla. En el aeropuerto le esperaba algo más de una veintena de amigos y familiares, que quisieron ser los primeros en felicitar al piloto por su sexta posición en la categoría de quads del Rally Rakar. Una pancarta con imágenes del ibicenco y diversos carteles con el dorsal 164, el que portó en el evento, decoraban los alrededores de la puerta de llegadas del aeropuerto de Eivissa, por la que salió Vingut con una sonrisa de oreja a oreja a repartir abrazos y besos.

Tras las primeras muestras de cariño, el deportista pitiuso declaró estar «reventado» y haber «dormido poco». También se mostró «contento» por el resultado cosechado. «Ha sido un Dakar complicado porque en algunos días se nos complicó mucho. Estoy muy contento porque la edición del año pasado fue una decepción», indicó.

El piloto lanzó una bomba poco después de su primera intervención: podría cambiar de categoría en la próxima edición. Su idea es participar en la de side by side (buggies), si bien aún debe estudiarlo. «Me gustaria en el futuro probar side by side. No sé si tendré suficientes patrocinadores y, si no, continuaré en quads. Me gustaría, pero tenemos que valorar y ver todas las opciones de cara al año que viene. El side by side es menos físico, por eso me gustaría cambiar», comentó al respecto.

En cuanto a qué fue lo más difícil de este rally, dijo: «El primer día de la etapa maratón. Son dos días sin asistencia y tuve una fuga de aceite en el motor. Hice un parche con una masilla, pero no tenía aceite para reponer. Tuve que bajar la marcha un poco y pude terminar. Al día siguiente me cargué de botellas de aceite para ir llenando y acabé la maratón. Ahí estuve cerca del límite, de abandonar».

Rita Riggall, madre del piloto, fue una de las primeras personas en abrazar a Toni Vingut. La progenitora desveló lo que le dijo a su hijo a mediados de verano: «El año pasado tuve el accidente. Él siempre ha ido adelante. Esta vez [el Dakar] era más duro que otras veces y, a mediados de verano, le dije: ‘Mira, no te hemos apoyado mucho nunca porque tenemos miedo, pero, ahora, adelante, adelante y adelante. Estamos contigo’».

Otra persona que le aguardaba en es Codolar era su madrina, María Vingut, que se mostró «orgullosa» del papel realizado por el piloto. Sobre si tiene afición por el mundo del motor, bromeó: «Yo creo que el año que viene voy a ir yo al Dakar». «Hemos sufrido cada año que ha ido, pero estamos acostumbrados ya. Tanto si queremos como si no, él irá igualmente», sentenció.

Tras esta primera acogida, Toni Vingut se desplazó al Ayuntamiento de Sant Antoni. Allí, el alcalde Marcos Serra le felicitó y, acto seguido, recibió una especie de homenaje por parte de varios amigos que dieron vueltas con sus vehículos frente al Consistorio y le saludaban cuando pasaban delante de él.