El Class Bàsquet Sant Antoni sufrió este sábado la primera derrota de la temporada, al caer frente al Palmer Basket Mallorca Palma por 61-72 en el partido disputado en el Pabellón de Sa Pedrera. Los isleños, que estuvieron muy espesos durante todo el choque, cedieron en el derbi balear frente a un bloque mallorquín que, a pesar de ser un recién ascendido, va como un tiro y selló su tercera victoria consecutiva. Los visitantes se mantienen invictos y la única mala noticia del día para ellos fue la lesión de Harris, al que echaron en falta en el último cuarto pero les bastó para vencer.

David Barrio, entrenador del bloque sanantoniense, acabó muy enfadado con el juego desplegado por su equipo y calificó como «indigno» el segundo cuarto de su conjunto si pretende estar en la parte alta de la clasificación. Una zona noble en la que sí seguirá el Palmer, que no ha podido desembarcar mejor en la LEB Plata. Con unos porcentajes de tiro muy pobres, los de Barrio se acabaron estrellando. En los tiros de dos, el acierto fue del 36% y del 21% en los triples (con la friolera de apenas 7 aciertos de 34 intentos). Eso, y que el Palmer se mostró como un equipo más hecho, acabó decantando la balanza a favor de los mallorquines.

El Class Sant Antoni comenzó bien el choque, lo que le valió para ganar el primer cuarto por 15-11. Sin embargo, el hundimiento empezó a producirse en el segundo parcial, en el que los ibicencos sólo anotaron 11 puntos y recibieron la friolera de 28. Esto hizo que el duelo se fuera al descanso con un marcador de 26-39, que ponía las cosas muy difíciles a los de Barrio. Pero fueron todavía a peor, porque el Class no encontraba la fórmula y el Palmer hizo sangre hasta marcharse de veinte puntos. Fue con un triple de Harris, con el que los mallorquines dejaban el marcador en el 39-59. Y el tercer cuarto terminó con un 42-61 en el electrónico.

No parecía que el Sant Antoni pudiera ser capaz de remontar el encuentro por las sensaciones que se transmitían en uno y otro bando. Pero el último cuarto no iba a estar exento de emoción. La lesión de Harris nubló mucho las acciones de ataque del Palmer, y los locales se enchufaron, apoyados por la afición. Llegaron a estar por debajo de la barrera psicológica de los diez puntos, pero el desacierto en el tiro y las pérdidas de pelota en los momentos clave hicieron imposible la remontada de los pitiusos, que acabaron cayendo por 61-72.