Han tenido que pasar ocho jornadas para que los rojinegros se den una alegría. Después de haber cosechado tres empates y cuatro derrotas, los pitiusos pusieron fin a su mal inicio de temporada con un triunfo ante el colista. Jorge Domingo y El Harchi fueron los autores de los goles en la segunda parte del encuentro.
El duelo enfrentaba al último y penúltimo de la clasificación, buscando ver quién de los dos era capaz de curar primero sus heridas. El choque empezó con el equipo rojinegro bien asentado atrás y con los locales llevando algo más el peso del partido. La primera ocasión fue visitante. Giuliano obligó al meta Álex Iglesias a intervenir. Por momentos, el conjunto pitiuso le discutió la posesión a los alicantinos, aunque ninguno de los dos contendientes se mostraba ambicioso a la hora de buscar el área con descaro.
La oportunidad más clara local partió desde banda izquierda, con un cuero al área que Rubén Sáiz concretó de cabeza por encima del larguero. Nadie arriesgaba lo más mínimo, pero, aun así, el cuadro de Maikel Romero volvió a gozar de una gran ocasión en un saque de esquina que llegó a tocar en la parte superior del larguero. Los minutos pasaron con más pena que gloria y se llegó al descanso sin goles.
En la reanudación volvió el Formentera a encontrarse con la madera. Con apenas un minuto jugado, Giuliano se sacó desde el vértice de área un disparo a palo largo que topó con la cruceta de Álex Iglesias. La insistencia del Formentera acabó por encontrar premio al cuarto de hora de juego gracias a un misil de Jorge Domingo desde unos 30 metros que acabó en la escuadra.
Sacudida la presión, los insulares jugaron con la falta de ideas locales y subieron el segundo gol al marcador en el 73. Tras una recuperación de balón y una asistencia de espuela, El Harchi puso tierra de por medio.
La Nucía buscó la reacción a la desesperada, pero el Formentera guardó bien su botín. El tiempo se fue consumiendo sin apuros para los visitantes. Los alicantinos pusieron varios centros al área de Johan, pero sin crear suficiente peligro. Finalmente, el partido llegó a su final con el 0-2 en el marcador, lo que supone la primera victoria y una bombona de oxígeno para los rojinegros.
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