Las cosas no tardaron en ponerse de cara para el equipo ibicenco. Y es que necesitaron poco más de seis minutos para ponerse por delante en el marcador. Gallar recibió solo por la parte izquierda del área y puso un pase preciso a Obolskii para que rematara el balón al fondo de la red.
Se las prometían felices los locales, pero lo cierto es que, sorprendentemente, desaparecieron en ataque del partido. Con una presión alta, el cuadro de Vicente Parras evitaba que los celestes pudieran sentirse cómodos. De hecho, no había forma de que salieran con el balón jugado.
Los visitantes comenzaron a avisar entonces de sus intenciones. Farru se topó con el larguero en un remate de cabeza y Primi también estuvo cerca de marcar al cabecear al lateral de la red una falta al segundo palo servida por Nieto.
Con todo, quien tuvo la ocasión más clara fue de nuevo la Udé. Al no ser capaz de trenzar jugadas largas, Olabe sirvió un pase largo a un Javi Jiménez que se quedó completamente solo contra el portero. Sin embargo, Valens le ganó la partida en el mano a mano.
El encuentro entró en una fase anodina en la que no pasaba prácticamente nada. Los de Guillermo Fernández Romo seguían sin hacerse con el control, pero el Alcoyano tampoco era capaz de poner en apuros a Sequeira.
A pesar de que las sensaciones del cuadro ibicenco no eran buenas, lo cierto es que en la recta final pudo poner tierra de por medio. En otro pase largo, Gallar remató solo cerca del área pequeña y Valens, en una intervención doble, evitó el 2-0. Aún hubo tiempo para la polémica. En el 45, Javi Jiménez fue objeto de penalti, pero el árbitro no pitó la pena máxima, llegándose al descanso con ventaja mínima para los unionistas.
El Alcoyano introdujo un triple cambio de inicio para la segunda mitad: Lara, Selma y Armental por Albisua, Raúl Alcania y Álvaro. Eso no alteró lo más mínimo las ideas de una UD Ibiza que salió con otro aire al campo. Tras su discreta primera mitad, los celestes salieron con otra actitud y no tardó en reflejarse en el marcador.
Gallar y Obolskii tuvieron el segundo tanto en sus botas. Tuvieron ocasiones clarísimas, pero el portero evitó que encontraran portería. Poco después, un inocente penalti de Antón sobre Obolskii lo aprovechó Gallar para poner el 2-0 en el tanteador.
El Alcoyano desapareció del partido, que pasó a tener un solo color: el celeste. El cuadro de Romo no quitó el pie del acelerador y marcó el tercero por mediación de Soko. El camerunés, que anteriormente había probado fortuna con una volea que se marchó lamiendo el palo largo, hizo la pared con Gallar, se plantó solo en el área y fusiló la portería, dejando el partido visto para sentencia.
Con todo decidido, la grada se permitió el lujo de cantar algún olé que otro mientras los locales seguían dominando el juego. Los minutos pasaron ya con más pena que gloria hasta cerrarse con un 3-0 que mantiene la buena dinámica de la UD Ibiza.
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