Los jugadores del Class Sant Antoni celebran la victoria.

Seguramente no mucha gente hubiera soñado ver algo como lo de este sábado, que un equipo ibicenco estuviera comandando la LEB Plata, la tercera categoría del baloncesto masculino nacional y dependiendo de sí mismo para subir a LEB Oro. Esto último, evidentemente, son palabras mayores, pero en ese camino está el Class Bàsquet Antoni, que este sábado venció a domicilio al Odilo FC Cartagena (65-66) y ha asaltado el liderato del grupo Este de la fase regular. Todo en un final de encuentro loco, en el que los ibicencos tuvieron el partido perdido, pero una canasta de dos de Da Silva les dio una épica victoria.

Los de David Barrio quieren seguir soñando en grande. Se lo han ganado a pulso, con trabajo y esfuerzo. Y para eso se confeccionó el proyecto de los de Portmany. Para tener los pies en el suelo, pero también para nunca perder la ambición de crecer siempre que el escenario sea propicio para ello Queda un largo y duro camino, pero los ‘portmanyins’ continúan en la dirección correcta. El final del trayecto está aún muy lejos, pero se va en la dirección correcta.

Sin prisa, pero sin pausa, el Class Sant Antoni esperaba su oportunidad. Y este sábado se podía dar. Los isleños ya vencieron en la primera vuelta a los cartageneros, pero tocaba repetir la hazaña a domicilio. Y se logró tras firmar un partido algo irregular y con una pizca de fortuna, ante un rival de muchísima categoría, pero que tuvo que acabar claudicando frente a los de Portmany. De momento, tanto el Sant Antoni como el Cartagena están empatados a quince triunfos, pero los sanantonienses, que han ganado los dos enfrentamientos a su rival, están al frente de la tabla. Música de viento.

El Sant Antoni fue de menos a más en los dos primeros cuartos. El conjunto balear supo estar bien asentado en la pista en el primer acto, que se saldó con triunfo parcial de los locales por 20-16. Sin embargo, en el segundo episodio el Class tuvo un mejor equilibrio entre defensa y ataque, por lo que pudo darle la vuelta al electrónico e irse a los vestuarios por delante (34-42). Uclés y Da Silva, con 12 puntos cada uno, llevaron el liderazgo ofensivo de los sanantonienses, que pasaban por su mejor momento.

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En la reanudación del choque, dos puntos más de Uclés, inconmensurable todo el partido, dispararon al Sant Antoni hasta los diez puntos de renta (34-44), pero luego un triple de Beraza metió de nuevo en la pelea a los cartageneros (37-44). La escalada local siguió hasta cerrar un parcial de 7-0, con lo que el marcador quedó con un apretadísimo 41-44. Llorca frenó el ímpetu de los de la Región de Murcia con dos tiros libres (41-46), pero dos nuevos puntos de Beraza pusieron a los blanquinegros otra vez muy cerca (43-46). Barrio pidió tiempo muerto para ajustar las piezas, pero en la reanudación dos libres de Garuba dejaron todo aún más igualado (45-46). Apareció entonces De la Rúa, que con un triple dio oxígeno al Sant Antoni (45-49). Sin embargo, entre varias imprecisiones del Sant Antoni y un 5-0 de parcial de los cartageneros, el tercer cuarto acabó con un ajustado 50-49. Todo estaba por decidir.

En el arranque del último cuarto, un triple de Jiménez torpedeó las ilusiones visitantes (53-49), pero Llamas contestó con una canasta de dos (53-51). En un pequeño arreón, los cartageneros se fueron de cuatro (57-53), aunque Da Silva metió de nuevo a los suyos con un mate (57-55). El Sant Antoni no estaba fino, y entre Jiménez y Jordá volvieron a disparar a los locales (62-55). El técnico de los pitiusos pidió tiempo muerto para refrescar a los suyos. Fue Grimau, con cuatro puntos consecutivos, el que recortó las diferencias (63-58). Se entraba en la fase decisiva, con el partido en 63-60, tras dos libres de Llorca, a falta de algo más de dos minutos.

La inercia ganadora era para el Cartagena, que se disparó al 65-60 con una canasta de dos de Alonso. Quedaba algo más de un minuto y los locales se frotaban las manos. Entonces, en una última gestión de partido horrible, los cartageneros se dispararon en el pie y el Sant Antoni vio la puerta para alcanzar la victoria. En ese estado de nervios, los libres fueron decisivos. Llorca anotó uno y Grimau tres, para establecer el 65-64. Luego De la Rúa robó la pelota para el Sant Antoni, pero la perdió Grimau. Seguidamente, los peninsulares desperdiciaron su posesión y los ibicencos tuvieron vida extra. Podían dar la puntilla. Y lo hicieron (65-66), con una canasta de Da Silva, que acababa el encuentro como máximo anotador con 16 puntos.

Los jugadores del Sant Antoni lo celebraron en la pista, ante la incredulidad de la afición y jugadores locales. Quedan ocho partidos para amarrar el título. Y dos más para lograr el ascenso. Todo un mundo, pero que ‘le quiten lo bailao’ al equipo ibicenco, que se ha ganado el respeto de todo el mundo. Con los isleños debutó Pablo Ferreiro, que estuvo en pista algo más de cinco minutos, pero se quedó sin anotar.