Fausto Oviedo, este martes en Vara de Rey. | Moisés Copa

Fausto Oviedo (Palma, 1969), hijo de la leyenda del Mallorca, Antonio Oviedo, tiene intención de presentarse a las elecciones a la presidencia de la Federació de Fútbol de les Illes Balears (FFIB). Abogado y socio fundador de la empresa de energía solar Solar Home entiende que es el momento de modernizar la Federación y está a la espera de que se salga adelante el decreto que modifique la Ley del Deporte y se puedan convocar elecciones.

—¿Quién es Fausto Oviedo y por qué quiere presentarse a la presidencia de la FFIB?

—Fausto Oviedo es hijo del fútbol. No en vano, mi padre fue futbolista y entrenador profesional. Una de las leyendas del fútbol balear, especialmente por el primer ascenso del Mallorca a Primera en los años 60. Yo también he sido jugador de fútbol y he militado en el Atlético de Madrid. He tenido la suerte de jugar como compañero con gente como Solozabal, Juanma López o Aguilera y enfrentarme a otros como Cañizares, Kiko o Alfonso… Y bueno, la vida me ha puesto ahora en una situación personal que me permite devolverle al fútbol todo lo que me ha dado a mí. Quiero trabajar por y para el fútbol balear. Esa es la causa, estar enamorado del fútbol y poder aportar lo que esté en mi mano.

—¿Qué quiere cambiar?

—Fundamentalmente el propio modelo. Es un modelo obsoleto tras 30 años sin elecciones. La misma gente, un presidente interino designado a dedo que aún no sabemos si se presenta o no a las elecciones. Todo esto lleva a cambiar el modelo. Cambiar el modelo implica nuevas personas, nuevas ideas, nuevos conceptos… Abrir la Federación a los clubes que son los titulares soberanos, como dice el artículo 7 de los estatutos. El órgano de gobierno de la Federación es la asamblea, son los clubes y no los mandatarios, que, en teoría, deberían ser meros representantes. Esto es lo principal, devolver el fútbol al fútbol y la Federación a los clubes.

—Algo más concreto.

—Tengo clarísimo que lo más importante es establecer de forma clara y transparente toda la normativa relativa a ascensos y descensos. Tener una mayor transparencia económica y garantizar a los clubes que el amiguismo va a desaparecer y que no habrá beneficios extraordinarios o pérdidas extraordinarias en virtud de la relación del club con mi persona. Habrá una neutralidad absoluta y personas hipercualificadas en cada sección. Mi objetivo prioritario es neutralidad, democracia y transparencia. Creo que eso ya es mucho en relación a lo que hoy significa la FFIB.

—Pero para que llegue todo esto primero tiene que haber elecciones y estamos en un momento de inmovilización.

—Pues lamentablemente es así. En estos momentos se está tramitando en el Parlamento la derogación total o parcial de la Ley 3-23 del Deporte y la Actividad Física y no sabemos si se va a recuperar o no un decreto electoral bastante desfasado, pues estamos hablando de 2008, que creo que tendrá consecuencias nocivas. Este decreto impone barreras electorales que a día de hoy no existen, así que esperando y trabajando en el peor de los escenarios.

—Es abogado. ¿Cómo cree que se puede solucionar este atasco jurídico?

—Esto es una cuestión que está en el Parlamento y no sé cuál va a ser la solución de la técnica normativa. O bien por parte del Gobierno o bien por parte del Gobierno y el Parlamento, que sería lo suyo. Yo lo que reclamo es que no se impongan a los candidatos ningún requisito más de los que existen hoy en virtud de la Ley 3-23 del Deporte. No se entendería que a mí hoy se me pidan tres requisitos y que mañana sean cinco o seis, o que se me pidan avales si hoy no existe ese deber. No me interesa tanto cómo lo van a resolver si no qué van a hacer. Espero que respeten el concepto democrático que impera en la Ley 3-23 y que no impongan de manera retroactiva requisitos que, insisto, hoy no le son exigidos.

—¿Cómo es trabajar en esta precampaña sin saber lo que va a pasar?

—Es una buena pregunta. Pues es muy difícil. Yo llevo cinco meses trabajando en varios escenarios. A día de hoy tendrían derecho a voto todos los que tengan licencia federativa y más de 16 años, con lo que incluyes jugadores, entrenadores, delegados, árbitros… O se puede pasar a un quorum muy reducido que son los miembros de la asamblea. Como decía antes lo peor que puede pasar es que se pidan esos avales que rompen con el derecho al voto secreto. El decreto de 2008 hace que una persona se posicione a favor de un candidato y eso es anticipar a quién vas a votar. Creo que es algo que nadie con un mínimo de sentimiento democrático podría aceptar.

—Se ha publicado que Pep Sansó tiene pensado convocar elecciones al final de la temporada.

—Esto lo declaró él, cierto. No sé cuál será su estrategia, pero creo que lo primero que debería decir es si él va a ser el candidato o no. Ellos mismos, el propio Sansó, Amadeo Spadaro y Jordi Horrach, se definen como un triumvirato y creo que a los clubes les gustaría saber hoy y no mañana, quién de ellos se presenta. Después, al igual que todas las federaciones habrá que respetar el calendario electoral que dictamine la Conselleria d’Esports.

—Recientemente ha dicho usted en una entrevista que el plan de Sansó es irse a Madrid y poner a Horrach al frente.

—A mí es lo que me ha llegado y me ha llegado de clubes de todas las islas. Los mentideros son los mentideros. No me corresponde a mí. Yo llevo meses trabajando y estoy a disposición de todos los clubes que quieran reunirse conmigo y escuchar mi proyecto. Ellos deberían decir quién se va a presentar porque ahora mismo la sensación es que el señor Sansó está jugando un doble juego de ver qué le interesa más. Yo eso no lo veo como compromiso ninguno, lo veo como interés personal.

—Estamos en Ibiza así que le voy a preguntar por el fútbol pitiuso. Me consta que ya se ha reunido con varios clubes y personas de la isla.

—Sí, además con representantes de las dos islas, ya que vino Francesco Battaglia del Formentera. Para mí las Pitiusas son un ejemplo a seguir. No sólo porque los clubes de Ibiza han demostrado una capacidad competitiva muy elevada, como se puede ver con la UD Ibiza o con el liderato del CD Ibiza, en Tercera. También en el fútbol formativo y eso demuestra que hay un trabajo muy bien hecho desde lo clubes. Ibiza mantiene unos valores del fútbol tradicional, de la pertenencia al equipo, de la pertenencia geográfica. Pero, sobre todo, veo un interés por parte de los directivos en seguir mejorando. En este sentido, debo citar el proyecto ‘Más que fútbol’ que ha implantado Julián Marcos en el CD Ibiza; y también Álex Arabí que ha sido pionero en Baleares con el San Rafael en implantar un protocolo de protección de menores que me parece excelente y que tengo intención de catapultar a todos los clubes de las islas. Me llevo una imagen de Ibiza muy buena y de máximo respeto.

—En Ibiza siempre ha habido quejas del centralismo de Mallorca. No sé si en estas reuniones le han comentado algo de esto.

—Pues sí. Quizás la queja fundamental es que prácticamente la delegación insular aquí es inoperante. Y no porque no tenga gente válida, yo he estado en contacto con Tolo Darder y es una persona de un valor máximo. El problema es que desde Mallorca les han ido recortando las competencias y sus facultades y se ha ido centralizando. Una centralización excesiva e innecesaria, pero, sobre todo, que no es operativa. A mí me han llegado quejas de tema de árbitros, tema de la mutua, que se podían solventar mucho mejor si el representante de Ibiza tuviese plenos poderes. Yo tengo muy claro este tema de la descentralización y, además, sujeto a un valor supremo, que es que lo que no esté prohibido, estará permitido. Si los clubes en consenso están de acuerdo, hay muchas cuestiones que se deberían poder resolver aquí sin mayor problema. En ese sentido, he hecho una propuesta muy innovadora a los clubes ibicencos que es que antes de imponerles yo una persona para que ocupe este cargo, si ellos se ponen de acuerdo y proponen a alguien, haré que esa persona ocupe ese cargo. Quiero que sean ellos los que se pongan de acuerdo en sus representantes. Estoy esperando que me transmitan quién creen que debe ocupar este cargo en beneficio de todos y cada uno de los clubes de Ibiza y Formentera.

—En lo deportivo, Baleares vive su mejor momento deportivo. El Mallorca en Primera, en Ibiza por primera vez hay un proyecto como el de la UD Ibiza, el Atlético Baleares también en Primera RFEF, cuatro equipos en Segunda RFEF…

—Así es. Eso habla muy bien de la buena gestión de los clubes. Hay fondos suficientes porque todos los ingresos de la FFIB son subvenciones y se está ayudando a los clubes. Está claro que hay modelos y modelos y creo que Ibiza y Formentera, como he dicho antes, son un modelo a seguir. Hay que seguir trabajando, mejorando y apoyando. Hay que ayudar a los clubes a este crecimiento orgánico y deportivo. Por cierto, en breves volveré por aquí. En este caso iré a Formentera porque estoy invitado por mi compañero y abogado, Toni Freixa, al partidazo Formentera-Badalona Futur.

—Vamos a ir acabando. ¿Se ve con opciones de ganar?

—¿Opciones? Muchas y cada vez mayores. Cada vez son más los clubes que están promocionando mi candidatura porque están plenamente convencidos que después de 30 años es necesario regenerar el fútbol. También quiero decir que ojalá se presenten otros candidatos. Yo creo que los clubes salen ganando si tienen más opciones porque podrán elegir al que consideren el mejor candidato. Los que están ahora llevan 30 años y, además, están ocupando interinamente la FFIB porque desde el pasado julio deberían haber convocado elecciones como obliga el artículo 27 de los Estatutos.

—¿Y si no gana?

—Pues no pasada nada. Para mí esto está siendo una experiencia muy interesante. Me ha servido de reencuentro con cantidad de amigos y también me ha dado la posibilidad de conocer gente maravillosa aquí en Ibiza y a la que espero volver a ver pronto porque volveré. Por último quiero decir que estoy muy agradecido a todos los presidentes que me han atendido de forma espectacular en mi última visita a la isla.