El inicio del choque fue un auténtico monólogo de los catalanes que nada más empezar ya pudieron hacer el primero en un mano a mano en el que Edu Frías ganó la partida al atacante. Fue el primero de varios avisos consecutivos. Estaba el partido para el gol local, pero lo que llegó fue el tanto ibicenco. El fútbol tiene estas cosas y, en el minuto 21, Tovar aprovechó un regalo de la defensa para robar el balón y hacer el 0-1.
El tanto cambió el partido. El Terrassa que había tenido hasta tres ocasiones claras se llevó un golpe que no esperaba y no tuvo capacidad de reacción. Tampoco la Peña encontró el camino para hacer el segundo y con el 0-1 se llegó al descanso.
Tras el paso por vestuarios, los locales sí volvieron a salir más enchufados. Tuvieron una buena ocasión en la que Edu Frías estuvo sensacional. La Peña quería tener el balón, pero el empuje local hizo que llegase el empate, obra de Buenacasa, que remató un buen centro.
Con el 1-1 el partido entró en el frigorífico. Los dos equipos se vieron que tenían lo que querían. Había miedo a perder un punto que valía oro. Así pasaron los minutos, sin mucho que contar. Pitido final y objetivos cumplidos. La Peña seguirá un año más en Segunda RFEF.
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