Mario Mola tras su actuación de ayer. | Fernando Fernández

Acumular experiencia, conocer las sensaciones que lleva consigo el triatlón en unos Juegos Olímpicos y probarse ante los mejores, sin renunciar a nada, eran en líneas básicas del libro de ruta de Mario Mola. El triatleta mallorquín celebró la histórica medalla de plata de Javier Gómez Noya con un 19º puesto (1:49:23, a 2:58 de Alistair Brownlee, oro) en el trazado de Hyde Park que deja buenas sensaciones, más tras la buena progresión y la remontada firmadas en el segmento de carrera a pie, el decisivo en la prueba que tuvo al gallego y a los hermanos Brownlee como protagonistas y portadores de las preseas.

Mario Mola dio todo en el segmento de agua, sobre 1.500 metros. En el que tal vez es su punto más débil, el deportista del ADA Calvià firmó un registro de 18:09, que con la transición (18:47) a la bicicleta le permitió escalar cuatro posiciones, hasta situarse 35º.
«Iba con la idea de que se iba a nadar muy rápido. Me ha beneficiado que la natación fuera con neopreno y tener a Josemi (Pérez) cerca ha sido una buena referencia. He salido bien del agua, acorde a mis tiempos, pero después he tenido que ir muy rápido en bici, aunque adelante no han aflojado y en la carrera a pie he tenido fuerzas y he ido bien. Estoy contento con mi carrera, pero también por la medalla de Javi (Gómez Noya) por lo que supone para nuestro deporte», comentaba el balear sobre su concurso en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y la medalla de plata conquistada por el triatleta gallego.

Bicicleta
El tramo de bicicleta (43 kilómetros, 7 vueltas a un circuito de 6’137 kilómetros) sirvió para que el equipo anfitrión, con Stuart Hayes vaciándose en favor de los Brownlee impusiera un ritmo intenso a la prueba, buscando cribar la nómina de aspirantes a las posiciones de privilegio.

«Sabíamos que los británicos iban a poner a un tercer hombre para trabajar en favor de sus líderes e impedir que los que veníamos por detrás conectáramos, y así lo han hecho. Durante las primeras vueltas en bici he trabajado mucho, pero luego el grupo se ha hecho grande y he reservado piernas para la carrera a pie», explicaba el campeón del mundo júnior, que completó esa porción del triatlón en un tiempo de 59:40, esforzándose en las vueltas quinta y sexta por recortar terreno, sin encontrar colaboración de sus compañeros de pelotón.

El cambio a la carrera a pie, su gran apuesta, le hizo salir desde el puesto 41º (1:18:56). Desde ese punto, Mola (22 años) pisó el acelerador y demostró que ahí puede hacer daño. Restaban diez kilómetros (4 vueltas a un circuito de 2’5 kilómetros) y progresivamente fue escalando posiciones en la general, con marcas que le situaron hasta en dos ocasiones entre los diez mejores del segmento (la octava mejor en la segunda vuelta y la décima en la tercera). El mallorquín se plantaba en el ecuador del tramo final entre los veinticinco mejores, pero un último giro de 7:40 le llevó hasta su posición final (19º, 1:49:23), con un tiempo total en la carrera a pie (30:27) a la altura de los ocho mejores, siendo el undécimo total.

De esta forma, el campeón mundial júnior extrae conclusiones positivas de su debut olímpico y se marcha de Londres 2012 «satisfecho. Estar aquí era un premio y este resultado me anima a seguir adelante pensando en Río de Janeiro, mejorando a base de trabajo, y espero en cuatro años poder estar más delante y plantear batalla».
Mola recuerda que para él «era impensable hace dos años estar aquí y este resultado me motiva para los cuatro próximos. Cuidándonos y trabajando bien podemos estar delante», a la vez que analiza lo que tiene que pulir para próximas experiencias. «Tener la natación un poco más floja es un reto para mí, con el fin de mejorarla, para llegar a 2016 con opciones de hacerlo mejor que hoy e ir a por diploma», comentó, a la vez que resaltó que una de las cosas que más le impactó fue «el ambiente, ha sido tremendo, es una experiencia brutal, diferente a cualquier otra».

Alegría
En referencia a la medalla de plata de Gómez Noya, el triatleta mallorquín tiene claro que «Javi se lo merece, por su trayectoria y su forma de ser y trabajar. Es un logro importante para el triatlón español, pero es que Alistair o Jonathan (oro y bronce) son unos fenómenos y por eso tiene más mérito su logro. Es una suerte tenerle cerca y como compañero, te lo hace todo más fácil».

Por su parte, José Miguel Pérez, el vigésimo cuarto, dijo que Gómez Noya «ha demostrado lo grandísimo deportista que es». «Esto es histórico para el triatlón. Esperemos que esto suponga un impulso para que los patrocinadores inviertan en este deporte joven y que sea la primera de muchas medallas. Javi se ha encontrado al ídolo local en su mejor momento», lamentó el conquense.