El corredor australiano festeja su triunfo. | ALESSANDRO DI MEO

El ciclista australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) ganó ayer la undécima etapa del Giro de Italia, disputada entre Carpi y Novi Ligure sobre 221 kilómetros. Fue una jornada tranquila en la que se impuso con autoridad a sus ‘gigantes’ rivales como Arnaud Démare o Pascal Ackermann.

Ewan hizo un esprint prácticamente perfecto desde su preparación y colocación –a rueda de Ackermann, primero– hasta la elección de la vía correcta y con una ejecución poderosa con la que no dio opción alguna a Démare (Groupama-FDJ), Ackermann (BORA-hansgrohe) ni Elia Viviani (Deceuninck-Quick Step).

Con sus 1,65 metros de altura, el pequeño velocista australiano le ganó la batalla esta vez a Démare. El francés no pudo repetir el éxito de anteayer pese a cogerle la rueda e intentar pasar por su izquierda. Sí dio la sensación de que con dos o tres metros más hasta la meta podría haberse impuesto, pero Ewan fue mejor esta vez.

El del Lotto Soudal, que a sus 24 años suma ya 34 victorias en su carrera, repite el éxito de la octava etapa entre Tortoreto Lido y Pesaro. Esta vez, en un final en Novi Ligure con un falso llano y ligerísima pendiente ascendente, demostró que su explosividad está, cuanto menos, al mismo nivel que los velocistas puros más top.

En la clasificación general no hay cambios. La maglia rosa la tiene el italiano Valerio Conti (UAE-Team Emirates).