Nadal, durante un momento de su encuentro contra Jordan Thompson en el Torneo de Brisbane. | JONO SEARLE

Rafael Nadal no jugará el Open de Australia al sufrir una pequeña rotura muscular en la pierna izquierda. Esta nueva lesión no tiene relación con la operación del psoas a la que se sometió en junio del año pasado. El tenista viajó de Brisbane a Melbourne donde se realizó una resonancia magnética que confirmó esta dolencia que le impedirá disputar el primer Grand Slam de la temporada.

En un mensaje publicado en las redes sociales, el ganador de 22 Grand Slam calificó de «buena noticia» el hecho de que la zona afectada sea diferente a la del psoas de su pierna izquierda y anunció que regresará a Mallorca para reposar y tratarse de esta lesión que no es muy grave pero que le impide participar en el evento de Melbourne, cuya exigencia física es muy alta al disputarse los encuentros a cinco sets.

Nadal había regresado a la competición en el Torneo de Brisbane donde demostró un muy buen nivel después de estar prácticamente un año alejado de la competición. Solventó sus dos primeros compromisos con suficiencia ante el austríaco Thiem y el australiano Kubler antes de caer en cuartos de final ante el también ‘aussie’ Jordan Thompson tras casi tres horas y media de batalla y donde dispuso de tres bolas de partido.

A pesar de este contratiempo, el regreso de Nadal se puede considera positivo por el nivel mostrado, pero también existe la intranquilidad de que en cualquier momento alguna ‘costura’ de su cuerpo salte debido al gran número de lesiones que ha sufrido a lo largo de su extensa carrera, que le han hecho perderse, en total, cinco años de competición. Es una incógnita cuándo volverá Nadal a las pistas, pero no a nadie se le escapa que su gran objetivo es llegar en la mejor forma posible a la temporada de tierra con Roland Garros como el escenario donde le gustaría ofrecer su mejor versión.