Una tanda de penaltis en la final de un título no es plato de buen gusto para ningún aficionado. Y es que esos lanzamientos de penas máximas no se disfrutan, sino que se sufren. Que se lo digan a la familia Arrese, fiel seguidora del Athletic, que la vivió con mucha tensión la de la final de la Copa del Rey contra el Mallorca a través de la radio, en México.

En el interior de su vehículo, la tensión y la emoción se fundieron en unas imágenes para el recuerdo. La familia Arrese Onaindia, afincada en tierras mexicanas desde finales del siglo pasado, pasó de sufrir a llorar de alegría en cuestión de segundos.