¿Qué podemos decir de este año? Creo que casi todos nosotros anotaremos el pasado 2021 como un año perdido, como un año que pesará sobre nuestra economía durante mucho tiempo.

Desde al sector de fabricación de calzado debemos destacar lo injusto que ha sido para nosotros el reparto de las ayudas a la solvencia, ayudas casi inexistentes para nosotros por la idiosincracia de nuestra industria. Después de la crisis de 2007 de la que empezábamos a salir en 2018-19 vino el virus y se nos pidió que para obtener ayudas debíamos tener bajadas de facturación superiores al 30%, cuando eso en si representaría el cierre de muchas de nuestras empresas.

También en 2021 nos enfrentamos a una posible sanción por parte de EEUU a causa de la Tasa Google que nos aumentaría los aranceles del 10% al 35% cerrándonos -así de hecho- ese mercado. Tras arduas negociaciones a nivel nacional con la CEE, OCDE, ministerios del Gobierno español y Asociaciones de Importadores Americanos se logró parar esa medida.
Actualmente nos enfrentamos a lo peor de la pandemia, su final. El mundo se paró y ahora le cuesta ponerse en marcha. Carestía y encarecimiento de materiales, problemas de aprovisionamiento, de la electricidad ni hablamos y menos del transporte. La productividad nos ha bajado un 20% o 30% por falta de materiales, los plazos de fabricación se han dilatado y no por falta de mano de obra sino por la falta de materiales.

Nos es muy difícil salir a promocionar nuestro producto con unas subidas de tarifa “espectaculares” sobre unos escandallos a los que nadie puede dar fiabilidad.

Y aunque parezca que esto es todo, ahora nos vemos sacudidos por la agresión de Rusia a Ucrania. Que siendo eso –la guerra- lo dramático no deja de ser también un factor que interfiere negativamente en el mercado en donde nos movemos.

Carecemos aún de datos fiables de lo sucedido durante 2021 en el sector del calzado en Menorca pero creo que lo hemos pasado con descensos de pares y facturación menores a los esperados, aunque sí descensos. De momento podemos decir que estamos en disposición y posibilidades de seguir adelante como por otra parte siempre ha sido nuestro talante y a lo que van encauzadas nuestras colecciones.

Afrontamos el futuro con optimismo y con ganas gracias a que destinamos a la exportación más del 75% de lo que producimos. Para ello no vamos a regatear en esfuerzos ni dedicación.

Lamentablemente en los último años –desde 2008- se han ido produciendo bajadas leves -en ventas, producción y facturación- pero que acumuladas en el tiempo representan bajadas muy significativas que nos preocupan y respecto a las que trabajamos, trabajo que muchas veces se convierte en improductivo ya que cuando empezamos a ver una mejoría aparece un nuevo obstáculo en el camino que te hace retroceder de nuevo a “la casilla de salida” y que aunque el estar muy basados en el aspecto exportador los acontecimientos de los últimos años han afectado en general a todos los mercados. Lamentablemente y a pesar de ser nuestro primer mercado, el mercado nacional no presenta mucha fortaleza lo que hace volcarnos con mayor intensidad en mercados exteriores.

Los costes de transporte para nosotros representa entre un 5% y un 8% de diferencia de precio respecto a nuestros competidores y a ello sumamos que cualquier ayuda para el transporte queda afectada por los “minimís” de la CEE cuando esos mismos recursos ellos los ocupan en otras inversiones más productivas como digitalización, compra de maquinaria, etc… lo que empeora nuestra competitividad respecto a ellos.

En fin, pasado este 2021 afrontamos 2022 con la esperanza de que se produzca una mejoría.

Que los famosos fondos europeos de los que todos los días oímos hablar, sean accesible para las micro, pequeñas y medianas empresas y que por tanto no solo las grandes empresas se beneficien de ellos y que el consumo interior se restablezca, hecho que significativa el retorno de la confianza de los consumidores españoles.l