Francisco de la Cruz, gerente de Cruz Motor y socio de la PIMEEF.

La situación actual que atraviesa el sector automovilístico, como en el resto de sectores, está siendo afectada debido a la pandemia mundial que nos engloba. Esto ha provocado que la mayoría de los talleres «estén haciendo medias jornadas durante este año, teniendo gran parte de su plantilla en ERTE», según nos indica Francisco de la Cruz Contreras (Granada 1971), representante de la asociación de Talleres Libres y gerente de Cruz Motor, ubicado en la Carretera del Aeropuerto, 5.

Actualmente, la actividad de la asociación centra su atención en el tratamiento de residuos tóxicos y peligrosos de los talleres, y en el abaratamiento de los costes para realizar una gestión correcta de estos residuos. Asimismo, defiende al sector frente a problemas como la falta de servicios en la ITV de Ibiza y organiza el Salón del Vehículo de Ocasión, que se celebra en octubre en el Recinto Ferial, y la Feria del Vehículo de Ocasión, enmarcada en las fiestas patronales de Sant Jordi.

La actual crisis sanitaria provoca que la venta de vehículos nuevos «haya bajado hasta un 70%». En el caso de los talleres de mecánica la situación es similar, ya que «trabajan en algunos casos un 60% menos», comparándolo con años anteriores. A pesar de que se han preparado ante la incertidumbre, «muchas empresas han tenido que pedir préstamos ICO para poder tener liquidez a la hora de pagar los impuestos», ya que no han obtenido ninguna ayuda económica aparte de los ERTE.

Mejorar la formación

La escasa cantidad de estudios que hay en Ibiza con relación a la mecánica es una preocupación que afecta al sector desde hace mucho tiempo. Por ello, los talleres que están en la asociación indican que «hay que seguir insistiendo en la formación para poder aumentar el número de profesionales», y para esto «se necesitan un mayor número de ayudas». Según cuenta de la Cruz, meter a un aprendiz cuesta casi como un oficial de tercera y además «necesitas tener a un profesional con él para que le pueda enseñar».

En la actualidad, a raíz de la bajada de trabajo, hay un mayor número de profesionales disponibles, pero este número sigue siendo bajo debido a que «aún falta personal cualificado», lamenta Francisco.

Otra inquietud que hay en el sector es la dificultad de encontrar terrenos industriales y el elevado coste que tienen. Esto hace casi imposible poder abrir un nuevo negocio en el sector automovilístico. También provoca «un incremento de talleres clandestinos que afectan gravemente al sector», explica. Estos talleres tienen unos precios más económicos, ya que no pagan impuestos. Por ello, mucha gente se decanta a llevar sus vehículos a los talleres clandestinos en vez de llevarlos a los que son legales. Además, añade que con Grúas Ibiza, su empresa filial, cuatro de cada 15 coches averiados que recogen «no se llevan a talleres para su posterior reparación». Esto es producido por la situación actual, puesto que nos indica que años atrás todos estos coches «se llevaban directamente a los talleres».

Ibiza, ideal para los eléctricos

A día de hoy, se siguen fabricando vehículos diesel y gasolina «para unos 10 años más». Aún así, «hay marcas como Subaru que han eliminado el diesel de forma definitiva». Los vehículos eléctricos no sólo reducen el consumo de combustibles fósiles y las emisiones en el sector debido a la mayor eficiencia energética de su tecnología, si no que además, los vehículos que se enchufan a la red eléctrica, ya sean eléctricos o híbridos, facilitarán la introducción de las energías renovables en un sector en el que es bastante complicado su inclusión.

Según explica Francisco, «todavía queda mucho camino» y «han de mejorar los coches eléctricos» para que puedan sustituir a los convencionales debido a su «gran cantidad de errores». Nos comenta que suelen tener «fallos de autonomía, de batería y que hay pocos puntos de recarga». Aún así, opina que en 10 años el coche eléctrico será un vehículo complementario y que la isla de Ibiza es el «lugar ideal para su utilización», a causa de sus pequeñas dimensiones.

También añade que «se está trabajando mucho con relación a los coches autónomos y con la seguridad pasiva», que son aquellos vehículos que cuentan con sistemas para imitar las capacidades humanas en cuanto a la conducción, tanto por manejo como por control del vehículo.

En la actualidad, podemos adquirir una gran cantidad de coches, tanto de gama alta como baja, que ya incorporan sistemas de aparcamiento asistido u otras tecnologías que sustituyen de sus funciones al conductor. Se estima que en 2050, gracias al uso generalizado del coche autónomo, la siniestralidad podrá reducirse en más de un 80% y, por lo tanto, mejorará nuestra seguridad en las carreteras.