Milagros Alanís Moyano tenía 19 años y era socorrista. | Redacción Sucesos

Paulo Moyano, el padre de la joven que murió tras consumir una pastilla de éxtasis en un festival en Son Fusteret, ha publicado una serie de mensajes en Facebook. «Los que le arrebataron la vida a mi hija no dormirán nunca más. Toda su decencia será maldecida. El destino me hará saber que murieron como ratas y acá hay muchos responsables… los veré caer. Chau mi amor. Te amo».

«Esperamos que la persona que le vendió la pastilla a mi hermana pague por esto»

Milagros Alanís Moyano, argentina de 19 años, acudió el domingo al festival Origen y tomó éxtasis. La joven sufrió un ‘shock’ y fue hospitalizada en Son Espases. El martes la evacuaron a Barcelona, pero al día siguiente falleció. «Mi vida se rompió. No encuentro explicación. No encuentro consuelo, qué injusticia, era tan feliz. Una travesura de adolescente se la llevó», escribió su padre el pasado jueves. El 20 de julio compartió una foto de la víctima con su hermana melliza. «Las dos siempre hicieron deportes. Y se esforzaban siempre en lo que hacían. Jamás le hicieron mal a nadie. Y aparece el demonio, vestido de diversión e incita al ángel más débil, aquel que necesita ser aceptado, mostrándole un infierno. Diciéndole prueba, dale, en la vida hay que probar de todo, esto te hará divertirte más».

La joven fallecida por consumir éxtasis compró la droga a un narco de la plaza Serralta

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El padre de Milagros Alanís Moyano también colgó en la red social una fotografía de la pastilla que supuestamente lleva veneno para rata. Es amarilla y tiene una calavera en relieve. «Ella compró veneno llamado comercialmente éxtasis. Solo una pastilla, que es suficiente, en una fiesta electrónica. Porque los reverendos hijos de puta de esta sociedad de mierda les hacen creer que tenés que tomar alcohol, que tenés que drogarte, que en esta vida tenés que probar de todo. Aumentar tus sensaciones y así serás la persona más canchera. Por suerte, no todos entran en ese juego pero alguien cae».

Su hija, que llegó a Mallorca hace tres meses, trabajaba como socorrista en una piscina de s’Arenal. El domingo pasado, sobre las 19.00 horas, acudió con su grupo de amigas al Origen Festival de Son Fusteret, donde pinchaban Marco Carola y Loco Dice. «Ella tomó esta pastilla, supuestamente, para divertirse más. Jamás en su cabecita podía pasar que esto la reventaría. Sí, mi hijita se prendió fuego por dentro. Mandó por Instagram una filmación bailando y esa fue la última vez que la vi con vida. Quisiera saber quién le vendió el veneno a mi bebé para pegarle un tiro en la cabeza (…) A mí no me gustaban esas fiestas pero me decía: ‘No todos se drogan papá’. Esta era su segunda fiesta en Palma. Salió vestida hermosa, nosotros estábamos en Argentina y nos lo mostró por WhatsApp. Le dijimos diviértete, pero cuídate. Bueno, ya me la arrancaron y la mataron como a un sapo».