Malena Contestí. | VOX

Malena Contestí, hasta ahora diputada en el Congreso por Vox en Baleares, ha renunciado a liderar ninguna de las listas del partido a las elecciones del 10 de noviembre y ha abandonado la militancia mediante una carta en la que acusa al partido de «criminalizar a la mujer, de ser homófobo y extremista», entre otras cosas.

En una carta, escribe que hace casi dos años dio el salto a la política y cofundó Actúa para, entre otros motivos, defender la unidad de España, la lucha contra el secesionismo, los derechos lingüísticos, la libertad económica y el descenso de impuestos, la disminución de la sobredimensionada administración.

Sin embargo, señala que aquella «ilusión inicial, se ha tornado poco a poco en una profunda decepción» tras la coalición electoral que provocó su llegada a Vox. Contestí señala que su decepción está «derivada de la imposición de un dogmatismo que golpea como un yunque en todos aquellos ideales que parecieron hacer a Vox necesario».

Así, la ya exdiputada habla de «múltiples escándalos de supuestas irregularidades que no sólo no se investigan sino que se protegen; la exclusión y el insulto constante a los demás partidos; la demagogia, la homofobia, y los extremismos varios».

«En contraposición a la política basada en ofrecer soluciones reales con principios claros», Contestí asegura que en Vox se hace «política de titular», donde «lo importante es hacer ruido para salir en prensa», y para lo cual «todo vale, incluso la manipulación, la criminalización de los disidentes internos o la banalización».

Por otra parte, asegura que ha sentido «profunda vergüenza» viéndose relacionada con «un oportunista independentista como Salvini» o viendo que se utilizan «obviedades» como «los derechos de todos ya están protegidos en la Constitución», con el objetivo de que derechos adquiridos como el matrimonio entre homosexuales se conviertan en el derecho a hacer «lo que quieras mientras yo no lo vea; en una vuelta al armario».

También indica que ha sufrido vergüenza «viendo como una foto con la bandera del movimiento gay es motivo de expulsión del partido» o como «se manipula la realidad para vincular directamente el terrorismo con la inmigración», con «el único fin de atacar a todas aquellas organizaciones que no participan de ese proselitismo confesional internacional al que VOX pertenece».

En otro sentido, ha criticado también que se «criminalice» a la mujer que pasa «por el trauma de abortar», «sin atender a sus circunstancias, dirigiéndose a la posibilidad incluso de estatalizar a los niños, o irrumpiendo en minutos de silencio con pancartas políticas».

«PROSELITISMO TOTALITARIO AL CALOR DE LAS FINANCIACIONES»

Con todo esto, asegura que Vox «no es un partido político; es un movimiento extremista y antisistema, y con ello me ha traicionado». «Ha traicionado a todos los que hemos trabajado por un proyecto cuya seña de identidad era el sentido común y que ahora se ha convertido, al calor de las financiaciones, en un ejemplo claro de proselitismo totalitario. El fin no justifica los medios, nunca», ha dicho.

Por esto, Contestí ha renunciado a liderar «ninguna de las listas de Vox» de cara a las elecciones del próximo 10 de noviembre y ha anunciado el fin de su «militancia en el partido», desde el convencimiento de que «es el único paso consecuente» con lo «que sé y lo que siento». «España no necesita seguir mirando al futuro desde los odios y el bloqueo», ha añadido.

Contestí acaba su misiva diciendo que «España necesita estabilidad, sentido de Estado, abandonar la polarización y proteger los derechos y las instituciones, tan vilipendiadas por los extremos últimamente». «España necesita mirar al futuro con frescura, esperanza y evolución. Y muy a mi pesar, este movimiento ha demostrado en demasiadas ocasiones lo contrario. Por eso prefiero irme a casa que seguir en VOX», ha concluido.