Una tintorera arrastra el sedal del anzuelo clavado en su boca. | Shark Med

La ONG Shark Med lleva dos años diseñando un innovador sistema de vídeo submarino remoto que permite la observación de tiburones. Las primeras imágenes obtenidas muestran cómo la pesca accidental por palangre de superficie compromete la supervivencia de estas especies. El 50 % de las tintoreras grabadas presenta anzuelos clavados o heridas provocadas por palangres, arrastrando largos sedales, algunos con restos de redes y vegetales.

Estos datos fueron aportados ayer por Agustí Torres, presidente de Shark Med, y Aniol Esteban, director de la Fundació Marilles. Ambas entidades han firmado un acuerdo de colaboración, de un año de duración, por el que la fundación aporta a la ONG 30.000 euros para continuar su labor de recogida de datos sobre tintoreras y otros tiburones en el Mar Balear.

Torres y Esteban destacaron que «muchas de estas tintoreras mueren inútilmente. Debería ser obligación de los pescadores, sobre todo de los palangreros, que, al capturar un tiburón, lo subieran a bordo, quitarle el anzuelo y devolverlo al mar. Sin embargo, lo que hacen muchos es no complicarse la vida y, simplemente, cortan el hilo. De esta manera, el tiburón prosigue su marcha con el anzuelo clavado y sus consiguientes heridas. Todo ello puede acarrearle grandes dificultades para su supervivencia».

Agustí Torres apunta que «también se podrían utilizar, como ya ocurre en otros lugares, anzuelos oxidables y biodegradables. De este modo, el anzuelo que pueda llevar clavado un tiburón llega a desaparecer. Actualmente se utilizan anzuelos inoxidables que no se degradan».

Se ha calculado un declive de entre el 96 y el 99,99 % de las poblaciones existentes hasta mediados del siglo XX de especies como el pez martillo, la tintorera, el marrajo, el cailón y el zorro. Se estima que el 53 % de los tiburones, rayas y quimeras del Mediterráneo están en riesgo de extinción. Según el Llibre Vermell dels Peixos de les Illes Balears, de las 56 especies de seláceos (entre ellos, tiburones y rayas) registradas, 34 están amenazadas y 17 se encuentran en peligro crítico o ya se han extinguido a nivel regional. Aun así, Balears constituye un área rica en tiburones y rayas respecto a otras zonas del Mediterráneo occidental.

La pesca de palangre de superficie está dirigida al pez espada o emperador. En Balears, este tipo de pesca sólo la practica la flota peninsular, concreamente la de la localidad de Carboneras (Almería), en aguas exteriores, aunque hace unos días el Govern denunció la presencia de un palangre de superficie en aguas interiores.

Aniol Esteban expresó la reivindicación de que «el Mar Balear sea declarado libre de palangre de superficie y de que en las Islas no se comercialice la carne de tiburón, que en definitiva es como comer tigre o elefante. Balears ha sido pionera en la lucha contra la extracción de hidrocarburos, la desplastificación, la protección de áreas marinas y la preservación de la posidonia. La protección de los tiburones, en una situación de gran vulnerabilidad, debe ser otra prioridad».