Los abrazos tendrán que esperar. Dicen que este año toca regalar salud y la mejor forma de hacerlo es posponer las visitas y los abrazos que cada Navidad se repiten en los aeropuertos. El Govern confía en que los test y los confinamientos perimetrales ayuden a contener la movilidad y la transmisión del virus. | Arguiñe Escandón

La incidencia de casos de COVID-19 se ha disparado sobre todo en los tres últimos días en Mallorca y cambia por completo la perspectiva de las fiestas. La Consellera de Salut, Patricia Gómez, lanzó ayer un mensaje claro: «no se trata de celebrar la Navidad sino de mantenernos vivos». De esta manera recomendó a aquellos que tienen pensado viajar para pasar las fiestas en familia que no lo hagan y limiten al máximo los desplazamientos.

«Es cierto que hay casos que se deben valorar, puede haber un familiar con una enfermedad terminal, pero éste no es un año ordinario», remarcó. «Si queremos proteger a los demás habrá que pasar la Navidad como un día más del calendario».

El Ministerio de Sanidad validó ayer que las excepciones para los días clave de las fiestas (24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero) aprobadas para todo el Estado y de obligado cumplimiento, pudieran modificarse si había un empeoramiento de la situación epidemiológica. «El acuerdo recoge que las autonomías podrán restringir las medidas, que era lo que pedíamos», dijo Gómez.

Una de éstas fue dar vía libre a las comunidades para limitar la movilidad y los viajes durante las fiestas, algo que en el caso de Balears se quedará igual. «de momento».
La consellera incidió en la necesidad de limitar los encuentros familiares «porque la mayoría de los brotes se generan en este entorno». Además, recordó que sólo un 6,3 % de la población ha pasado la enfermedad en Balears según revela el estudio de seroprevalencia del Ministerio, de ahí que todavía haya mucha gente susceptible de enfermar.

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Así pues, de momento, desde el próximo domingo todos los pasajeros que lleguen a la comunidad, ya sea en barco o en avión, procedentes de otra autonomía donde la incidencia por 100.000 habitantes sea superior a los 150 casos deberán presentar una prueba PCR negativa realizada en las 72 horas antes de su llegada. Cabe recordar además el cierre perimetral de las todas las autonomías excepto los Archipiélagos.

La medida se flexibiliza si el viaje no tiene un fin turístico y está justificado (según las excepciones del decreto de estado de alarma). En este caso, si no presentan una PCR propia, se posibilita que el viajero se haga un test de antígeno a su llegada.

Más laboratorios
A los que son residentes de Balears, además, el Govern les ofrecerá hacerse la prueba de forma gratuita en más de 200 laboratorios repartidos por todo el Estado. Precisamente ayer, ante las dificultades de algunos pasajeros para obtener cita, el Ejecutivo amplió la oferta de centros sanitarios donde hacerse una PCR de 67 a 216, una lista que puede consultarse en la página web https://www.ibsalut.es/laboratoris-pcr

La consellera de Salut recordó ayer que habrá que convivir con restricciones de movilidad hasta que la mayor parte de la población esté vacunada y «esto podría ser todo el año que viene».

Por otra parte se mostró comprensiva con el hartazgo de los ciudadanos ante las medidas que procuran frenar los contagios y admitió que aunque «son duras para la economía también son importantes para preservar la salud». Ayer Balears seguía encabezando la incidencia acumulada de casos por 100.000 habitantes en España, aunque el Ministerio ya notificó que el incremento volvía a producirse en hasta ocho comunidades. El halo de esperanza llegó desde la Agencia Europea del Medicamento que podría avanzar una semana la aprobación de la vacuna.