La presidenta Francina Armengol advirtió ayer que «no se vacuna a nadie por ser político, se vacuna bajo criterios técnicos». Así respondía a las críticas de los diferentes partidos políticos en relación a la polémica de la vacunación de tres cargos, dos del Ejecutivo y uno del IMAS, que recibieron la primera dosis el día en que se inició la campaña.

Armengol rechazó comentar las críticas de Més per Mallorca, apuntando que esas cuestiones las deben hablar directamente entre los socios en espacios como el Consell de Govern, «y no a través de los medios de comunicación».

La polémica, de hecho, ocupó toda la reunión que mantuvieron ayer los partidos que conforman el Govern balear para coordinar su actividad parlamentaria. Otros asuntos previstos cayeron del orden del día. Durante la reunión, Més metió más presión al PSIB y su representante (ayer intervino Joana Aina Campomar) hizo suyo el comunicado de la formación en el que se re-clamaban dimisiones. También la representante de Podemos, Esperança Sanz, se apuntó a la petición de dimisiones y a «dar la máxima transparencia a los protocolos para que no haya ninguna duda». Según la socialista Silvia Cano, tanto la vacunación del coordinador de vacunas del Ejecutivo, Carlos Villafáfila, como la directora insular de Gent Gran del IMAS, Sofía Alonso, o la de Angélica Miguélez, responsable de Atenció a la Cronicitat, se ajustan a los protocolos. No todos los partidos comparten esa tesis.

Més per Mallorca fue especialmente crítico y su portavoz en el Consell, Guillem Balboa, afirmó: «La falta de ética de determinadas personas pone en duda el buen trabajo de muchos servidores públicos». Més ha solicitado, incluso, al Govern del que forma parte que abra una investigación interna para «aclarar y depurar responsabilidades políticas» si se confirma que otros altos cargos se han saltado la cola de vacunación. Antoni Noguera, coordinador, también se refirió al Consell de Ma-llorca y pidió a su presidenta, Catalina Cladera, un «estricto» cumplimiento de la ética exigida a los representantes políticos en el proceso de vacunación en la Isla y la dimisión del cargo de la institución insular. Més entiende que el cargo de Sofía Alonso es «político».

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La Junta de Portavoces del Parlament aprobó ayer la comparecencia de la consellera de Salut, la próxima semana, para explicar el momento de la pandemia en las Islas y, concretamente, lo referido al proceso de vacunación.

Para el PP, eso ya no es suficiente. Gabriel Company ha exigido la dimisión de los tres cargos del PSIB, «nombrados por la presidenta Armengol» y reclamó que la Oficina Anticorrupció investigue. Ésta, según supo este diario, lo está valorando.

Una mejor organización

De todo este proceso, Salut sólo reconoce que «podríamos haberlo organizado de otra manera». Son palabras de la directora asistencial, Eugenia Carandell, con las que justificó que se vacunaran estos tres cargos gestores el primer día de campaña. A pesar de que en todos los casos el personal está incluído en el protocolo del Ministerio, lo cierto es que sobraron once dosis y se las pusieron por el hecho de estar ahí.

«Era el primer día, se hizo una especie de experimento con una residencia y en ese momento no vimos exactamente cuántas personas ha-bía, ni las que no estaban por vacaciones o porque no se presentaron y antes no había, como ahora, un pro-tocolo de dosis sobrantes», justificó.