Francesc Albertí es el subdirector de Atención Hospitalaria. | Jaume Morey

Ministerio y comunidades aprobaron una nueva estrategia de control para la COVID que quiere ser un paso adelante para convivir con esta enfermedad. En el plan se recomienda que los hospitales dejen de hacer pruebas PCR a todo los pacientes que requieran ingreso, tal y como se ha hecho hasta ahora. «Lo tenemos que aplicar e iremos viendo cómo; en Son Espases es más fácil porque hay más habitaciones individuales», asegura Francesc Albertí, subdirector de atención hospitalaria.

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El Ministerio de Sanidad y las comunidades aprobaron recientemente la nueva estrategia de control para la COVID-19a nivel nacional. La clave de todos los cambios que propone el documento está en si la persona contagiada presenta o no síntomas de la enfermedad. El grueso de la población general que dé positivo en SARS-CoV-2 y sea asintomática o tenga síntomas leves ya no tiene obligación de confinarse. Podrá ir a trabajar extremando las precauciones y, sólo en caso de empeorar o de necesitar una baja laboral tendrá que llamar a su centro de salud, como lo hace con cualquier otra patología y su médico le hará una valoración.

Se trata del primer paso para tratar la COVID como una enfermedad más visto que la comunidad científica asegura que el virus se quedará como uno más entre la población. Como es sabido, tampoco los contactos estrechos de un positivo tendrán que confinarse.