Efectivos de seguridad en la terminal del Aeropuerto de Menorca, en una imagen de archivo.

El futbolista del Manchester United Cristiano Ronaldo ha abandonado este viernes el Aeropuerto de Menorca en un jet privado después de haber pasado poco más de un día relajándose por aguas menorquinas, aunque no ha sido una despedida de la Isla precisamente tranquila. Según relatan fuentes del aeropuerto, se ha producido una fuerte discusión en la zona de control de pasajeros VIP de la terminal menorquina.

El protagonista no era Ronaldo, sino sus dos corpulentos guardaespaldas. Uno de ellos tenía un dedo entablillado, lo que hacía que la saltara la alarma del arco de seguridad. Como la operaria de seguridad era en esos momentos una mujer, esta le ha informado de que tenía que llamar a un compañero, un retraso que al parecer no gustó nada el guardaespaldas de Cristiano, que ha alzado la voz, y gesticulado violentamente antes de pasar el control sin el correspondiente cacheo, pese a las advertencias del personal de seguridad de que iba a avisar a la Guardia Civil.

Al parecer el guardaespaldas espetó que él había sido policía en Portugal y que podía llamar a quien quisiera. Finalmente los agentes llegaron para pacificar los ánimos y el avión salió con al menos media hora de retraso. Cristiano ha observado toda la escena, sin participar, con cara de ciurcunstancias.