En Mallorca, una vez protegidos de COVID los usuarios y trabajadores de las residencias, los primeros en poder recibir la doble vacuna serán los mayores de 80 años que desde ya mismo pueden pedir cita en la web Bitcita. Esta primera fase durará hasta el 21 de octubre. Al día siguiente, la aplicación se abrirá para la población mayor de 60 (en esta edición se rebaja cinco años la edad de población de riesgo) y toda la población vulnerable de entre 12 y 59 años. Se trataría de personas con enfermedades crónicas, cáncer o embarazadas, cuya protección es recomendable por los factores de riesgo. Este colectivo recibirá un SMS a su dispositivo móvil. «Mi consejo es que si están incluidos esperen unos 10 días para ir recibiéndolos y, si el 23 de octubre no lo han hecho, que llamen a Infovacuna», explica la directora asistencial del IB-Salut, Eugenia Carandell.
Las mismas instrucciones sirven para el colectivo de personal sanitario y sociosanitario, que serán llamados a vacunarse en sus gerencias y sin pedir cita, a través del servicio de prevención de riesgos laborales. Los de la privada deben pedir cita en Bitcita, están ahí incluidos. Si no reciben SMS que llamen.
Para el grupo con factores de riesgo de edad comprendida entre los 5 y 11 años, como todavía no se ha aprobado una vacuna bivalente para la COVID, no hay una fecha concreta. Se darán las instrucciones más adelante. Por último, los menores vulnerables de entre 6 meses y cinco años solo se vacunarían contra la gripe.
Cabe recordar que la comisión de salud pública debate en estos momentos si hay que incluir la protección contra este virus de toda la franja etaria, como recomiendan los pediatras. Por los pronto ya se sabe que toda la población general que no está incluida en los grupos de riesgo podrá ponerse la vacuna de la gripe a partir del 2 de diciembre, siempre y cuando hayan sobrado dosis.
La previsión es que así sea, pues se han comprado 304.800 vacunas de la gripe para una población diana estimada de 450.000 personas, pero la experiencia dice que Balears es la comunidad que menos se la pone. «Si llegáramos a poner todas las que tenemos, la cobertura sería del 66 % de la población de riesgo», augura la directora general de Salut Pública, Maria Antònia Font. De cumplirse los mejores pronósticos, se podrían pedir más al Ministerio.
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