Santiago Abascal en una imagen reciente en Menorca. | Gemma Andreu

Las negociaciones entre PP y Vox para cerrar un acuerdo que permita a Marga Prohens ser presidenta han saltado del terreno de la política para instalarse en el ámbito de la fe: el escollo para cerrar un acuerdo es que Vox no se fía del PP y este miércoles lo dejó bien claro su presidente nacional, Santiago Abascal, en una entrevista concedida a Canal Sur Radio.

Abascal abrió por primera vez la puerta a un Govern sin Vox, pero al mismo tiempo expresó su temor a que el PP no cumpla los acuerdos que han firmado los dos partidos hace unos días. Para Abascal, tras conseguir la Presidència del Parlament y lograr que el PP firme un documento programático, la entrada en el Govern «no es una exigencia ineludible», pero tampoco es ahora mismo «una renuncia».

Diferencias entre comunidades

Reiteró que su modelo es el de Castilla y León y la Comunitat Valenciana, pero aquí hizo también una precisión importante: dijo que es el modelo «óptimo», para a continuación añadir un matiz sustancial: «No es el que tiene que estar en todos los lugares porque no en todas partes tenemos la misma fuerza». Esta posibilidad de llegar a acuerdos diferentes en las distintas comunidades marca una diferencia entre Baleares y los dos territorios que mencionó Abascal porque en Castilla y León y en la Comunitat Valenciana los votos de Vox son imperativos para que el candidato del PP fuera presidente. En Balears basta con una abstención ya que el PP no solo es la lista más votada, sino que por sí sola tiene más votos que toda la izquierda.

Las precisiones de Abascal son importantes porque es la primera vez que menciona la opción de un Govern sin presencia de Vox. «Más que de sillones queremos hablar de ideas», afirmó. Y es en este terreno, en el de las ideas y de la fe en los socios, donde puede cerrarse la puerta a un Govern en solitario de Prohens. Abascal fue tajante: PP y Vox han llegado a un programa marco que debe desarrollarse en los próximos días, pero los representantes de Vox no se fían de que el PP lo vaya a cumplir. Dice Abascal que eso es precisamente lo que les pasó en Andalucía. «El problema es que no nos sirven los acuerdos de investidura porque luego el PP no los cumple. El PP no ha sido leal a la palabra dada en otras ocasiones», señaló el líder de Vox.

El catalán como problema

En este contexto, la lengua vuelve a ser el principal escollo que separa a los dos partidos. Abascal afirmó en la entrevista que le preocupa «extraordinariamente» la libertad lingüística y añadió que Vox quiere garantizar que los padres puedan elegir la lengua de la primera enseñanza «y que los hijos sean escolarizados en español en todas las etapas educativas». Otra exigencia de Abascal: que deje de «imponerse» el catalán, porque, según dijo, en Baleares, lo que se habla es «el balear o el ibicenco y otras lenguas». Abascal aseguró que no podrán apoyar un Govern que no garantice estas exigencias.

Las palabras de Abascal representan un giro en el discurso que ha mantenido hasta ahora la formación y puede explicar el retraso en el cierre del acuerdo una vez pactado el programa. PP y Vox deben seguir negociando a partir de ahora para ver cómo se articula el programa marco que han cerrado los dos equipos. Si Vox obtiene garantías de que se cumplirá, la investidura de Marga Prohens puede dar paso a un Govern en minoría sin consellers de la formación de Abascal.