Plataforma de estacionamiento de aviones en el aeropuerto de Palma. | Redacción Digital

Por la mañana se enciende una polémica durante la comparecencia del portavoz del Govern donde explica los acuerdos del Ejecutivo y, a lo largo de la tarde, se va apagando. La polémica ha sido esta vez por la relación del Ejecutivo autónomo y AENA, el ente estatal que gestiona los aeropuertos. El portavoz del Govern, Antoni Costa, ha criticado que AENA «actuara de manera unilateral» y añadido que hay muchas cosas que hablar y que se espera que responda desde que, a principios de agosto, le pidieran cuentas sobre un posible incremento de las tasas aéreas.

El Govern ha añadió a estas críticas las referidas a una decisión de la Unión Europea (UE) que, a corto plazo, puede incrementar todavía más el precio de los vuelos. La UE, en su estrategia de sostenibilidad ambiental, obliga a las compañias aéreas a utilizar biocombustibles a partir de 2025.

Hay una excepción en la directiva de la UE: las regiones ultraperiféricas y las Islas que lo soliciten. El portavoz del Ejecutivo quiere que el Gobierno estatal lo solicite para Balears. «El transporte aéreo es una necesidad», dijo el conseller. Y ha recordado que una de sus primeras medidas fue expresar una queja a AENA y solicitar una reunión. Y que espera respuesta.

Reunión pospuesta

Hay respuesta. AENA ha recordado ue su presidente, Maurici Lucena, sí que contestó a la misiva enviada por el Ejecutivo balear (este diario informó en primicia de la misma) y que, incluso, la reunión sobre el incremento de tarifas estaba agendada. Según Europa Press la reunión fue cancelada por Marga Prohens. Según el Govern no se canceló nada sino que la fecha que propuso AENA no iba bien por coincidir con otro acto.

«Son asuntos diferentes, sobre la mesa hay varias cuestiones y se abordarán todas. No hay ninguna polémica ni críticas más allá de reiterar que al Govern le preocupa el encarecimiento del precio de los vuelos», indicaron fuentes del Ejecutivo.