Un bombero trabajando en un incendio en Ibiza. | Irene Arango

La campaña de alto riesgo de incendios forestales en Balears, que se inició el 1 de mayo y finalizó el 15 de octubre, ha concluido en la comunidad con un «balance muy positivo», en palabras del conseller de Medi Natural, Joan Simonet, ya que en ese período se han producido 43 siniestros que han afectado a un total de 2,8 hectáreas, la extensión más baja en toda la serie histórica registrada.

El conseller Simonet presentó ayer estos datos y, aunque los valoró positivamente, pidió prudencia y mucha precaución, ya que «el riesgo de incendio existe todo el año. Son unos datos muy positivos que suponen la cifra más baja en toda la serie histórica en cuanto a superficie quemada y uno de los mejores años en cuanto al número de fuegos». Joan Simonet insistió en la necesidad de «no confiarse» en esta materia.

El conseller, junto a la directora general de Medi Natural i Gestió Forestal, Anna Torres; el jefe del Servei de Gestió Forestal, Joan Santana; y el gerente del Institut Balear de la Natura (Ibanat), Tomeu Llabrés, detalló que, si se analizan los datos desde el 1 de enero hasta la actualidad, los efectivos han trabajado en la extinción de 83 incendios forestales (78 de los cuales han sido conatos, menores de una hectárea), con 19,5 hectáreas afectadas. Así, casi toda la superficie afectada se ha quemado fuera de la temporada alta de riesgo.

En cuanto a las causas, los siniestros acumulados en este 2023 han sido principalmente producidos por negligencias y accidentes (48 %) y, en segundo lugar, por intencionalidad (25 %). Las causas naturales (rayos) han representado un 14 % del total. Hay que recalcar que las negligencias son principalmente provocadas por fumadores, quemas agroforestales mal apagadas o descontroladas, motores y máquinas, o tendidos eléctricos, entre otros. Estos datos de causas de incendios encajan con las medias de las últimas décadas.