El president del Parlament, Gabriel Le Senne, | Jaume Morey

El president del Parlament, Gabriel Le Senne, ha desconvocado en el último minuto la reunión de la Mesa y a Junta de Portavoces que debía celebrarse este viernes en un gesto que busca poder seguir negociando con el sector crítico de Vox una salida a la crisis. El resultado es que los dos sectores de Vox han pactado una tregua mientras negocian una salida a la grave crisis interna del partido, que amenaza con extenderse del Parlament a otros municipios.

La Mesa y la Junta debían dar trámite a una propuesta de modificación del reglamento pensada para echar del grupo parlamentario a los cinco diputados críticos con la dirección. La propuesta, presentada por Més, contaba con el respaldo del PSIB y de los dos diputados de Vox fieles a la dirección nacional, Gabriel Le Senne y Patricia de las Heras. La intención era convocar un pleno urgente el próximo martes para dar salida a esta reforma exprés del reglamento que dejaría fuera de grupo a los diputados disidentes de la formación, que ahora son quienes controlan el grupo parlamentario.

La suspensión de la reunión de la Mesa y de la Junta permite dar tiempo a los dos sectores de Vox para seguir negociando. Las relaciones estaban dinamitadas hasta este jueves, día en que se produjo un cambio tras un intento de acercamiento de las dos partes que se visualizó en una reunión que mantuvo el propio president del Parlament con dos de los críticos: Sergio Rodríguez y Agustín Buades. También la dirección nacional de Vox está mediando para tratar de reconducir la situación.

Vox ya ha comunicado oficialmente al Parlament balear que estos diputados están suspendidos temporalmente de militancia y añade que han dejado de ser de Vox a todos los efectos, pero los rebeldes han anunciado que presentarán alegaciones para continuar en el partido. Sin embargo, esa comunicación de Vox podría haber sido fundamental si la reforma exprés del reglamento salía adelante, algo muy improbable ya que solo habían dado su apoyo expreso los 18 diputados del PSIB, los 4 de Més y los dos de Vox afectados por la expulsión.