Fundación ANAR presenta su II estudio 'Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes según su testimonio. Evolución en España (2019-2023)'. | Europa Press

Baleares se sitúa entre las Comunidades Autónomas donde más han aumentado las agresiones sexuales sobre menores en los últimos años detectadas por la Fundación ANAR, según un estudio presentado este martes.

Durante el periodo 2017-2021, los casos entre varones menores de 18 años aumentaron un 25% en la Comunidad, mientras que entre las mujeres crecieron un 83,3%.

El II estudio 'Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes según su testimonio. Evolución en España (2019-2023)' también recoge que aumentaron los varones víctimas de pornografía infantil en Baleares.

En toda España, las agresiones sexuales a menores detectadas por el teléfono o chat de la Fundación ANAR han aumentado un 55,1% en los últimos cinco años.

"Las agresiones sexuales, sobre todo en menores de edad, son un fenómeno escondido y oculto por nuestra sociedad, en el que prevalece por parte de las víctimas muchas veces el miedo y la vergüenza", ha afirmado este martes en rueda de prensa el director técnico de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros.

Según ha revelado la directora del teléfono y el chat ANAR, Diana Díaz, la fundación ha ayudado a 4.522 menores de edad víctimas de violencia sexual (3.560 niñas y mujeres adolescentes, 959 varones y tres menores no binarios) desde enero de 2019 a junio de 2023. En este sentido, ha añadido que la tasa de crecimiento desde el anterior estudio Abuso sexual de ANAR 2008-2019, ha sido del 353%.

"La tecnología está implicada directamente en este incremento, además de otras muchas causas que evidentemente están ahí", ha asegurado Díaz, que ha agregado que la tecnología aparece en un 43,9% de los casos.

En cuanto a los tipos de agresión sexual, ha precisado que la presencial --que ha dicho que hace referencia a cuando la libertad sexual de la niña o de una adolescente ha sido "claramente atacada, claramente vulnerada"-- ha supuesto el 91,5% de los casos.

A continuación aparece el 'grooming' --cuando un adulto se infiltra en las redes con el objetivo de conseguir una gratificación sexual-- que ha supuesto el 3,1%; seguido del sexting no consentido, con el 2,2% de los casos; la pornografía, con el 1,3%; y, por último, la explotación sexual o prostitución, con un 1,9%.

Respecto al perfil de las víctimas, Díaz ha señalado que es "marcadamente femenino", siendo un 78,7% el porcentaje de niñas y mujeres que sufren este tipo de violencia. La edad media es de jóvenes de 12,5 años de media, frente a los 11,6 años de media del anterior estudio Abuso sexual de ANAR 2008-2019. Asimismo, ha añadido que, en el caso de los niños varones, la mayoría de los casos se sitúa entre los cero y los nueve años.

Igualmente, ha destacado que, en el 40,7% de los casos, las víctimas viven con ambos progenitores y un 36,1% en familias monoparentales. Mientras, el 58,7% proceden de familias españolas y el 41,3% de familias migrantes. Además, un 2,5 de las víctimas tiene alguna discapacidad y siete de cada diez presentan un rendimiento escolar bajo.

EL AGRESOR ES HOMBRE, MAYOR DE EDAD Y DEL ENTORNO DE LA VÍCTIMA

Por otro lado, Díaz ha indicado que el 94,3% de los agresores son hombres, la mayoría mayores de edad, y ocho de cada diez (79,5%) son personas conocidas por la víctima y el 50,3% son miembros de su propia familia.

Igualmente, el estudio revela que las agresiones sexuales grupales siguen en aumento y pasan de constituir el 2,1% en 2008 a representar el 10,9% de las agresiones en 2023.

Respecto a la denuncia, tres de cada diez víctimas de agresiones sexuales no denuncian ni tienen intención de hacerlo (28,3%), mientras que en un 41,1% de las consultas recibidas por ANAR sí que existe la intención de denunciar. En todo caso, el estudio refleja que la persona que suele tener la voluntad o la iniciativa de denunciar es principalmente la madre (48,9%). También revela que un 30,5% de las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual está en proceso de denunciar o su caso ha sido judicializado.

ANAR ha indicado que las principales consecuencias de las víctimas de violencia sexual son los cambios bruscos de conducta (23,5%) y los problemas psicológicos (20,8%), como la ansiedad, el miedo, la culpa, la depresión, problemas de sueño o los trastornos de alimentación.