Montserrat Forner tiene 23 años y empezó su formación como bailarina a los seis en el Estudi Capricorn de Eivissa. Foto: GERMÁN G. LAMA.

A sus 23 años, la bailarina ibicenca Montserrat Forner cuenta con un amplio curriculum profesional, trabajando en el Cuerpo de baile de destacados ballets de Europa y Estados Unidos. En este último país (con el Columbia City Ballet) realizó su última temporada, y a él vuelve, después de pasar unas breves vacaciones en su isla, para formar parte del Montgomery Ballet de Alabama: «La temporada es de julio a abril; y en la programación tenemos, entre otras obras, «El Cascanueces», algo obligado para todas las compañías americanas al llegar la época de Navidad», explicó a este periódico.

Un camino profesional, el seguido por esta esforzada bailarina, que comenzó cuando tenía 6 años en el Estudi Capricorn de Eivissa. Más tarde -cuando hacía COU- marchó a Barcelona, donde estudiaba por las noches y bailaba el resto del día: «Estando allí me aceptaron en varias escuelas de Londres, pero era muy caro, mis padres no tenían medios económicos para pagarme todo un curso, y decidí marchar a Alemania, donde las escuelas son estatales; se entra por audición, según sean tus méritos», afirmó.

Una vez en Alemania, Montserrat Forner compaginó los estudios con el trabajo: «Cuando terminé en la Staaliche Hochschule de Mannheim empecé ya en una compañía, sólo a bailar. Tenía 17 años y mi primer trabajo fue en una ópera». Pero no es fácil abrirse camino en el mundo de la danza: «En esta profesión hay que moverse mucho, enterarse de donde necesitan gente, coger el tren, la bolsa, arriba y abajo y buscar trabajo. Al principio fue muy duro, por el idioma, el clima... pero una se acostumbra a todo, a lo bueno y a lo malo», comentó con estoicismo. «La danza exige muchos sacrificios para lo poco que ella te da, pero al final te compensa. Es que lo que bailas en el escenario, lo que la gente ve, es un pequeño reflejo de las horas y el esfuerzo por el que has tenido que pasar».

Sobre sus aspiraciones profesionales, también parece que Montserrat Forner tiene los pies en tierra: «Una siempre aspira a más. Claro que me gustaría ser solista, pero lo principal es tener trabajo; y suerte, para estar en el momento determinado en el sitio en el que alguien te pueda ver y darte una oportunidad». Normalmente trabaja en el Cuerpo de baile, «aunque a veces he tenido algún pequeño papel solista. Mi mayor pega es que soy bajita y tengo que ir a compañías en las que encaje».