Hacía tres años que el pintor Adrián Rosa no exponía sus trabajos en la isla, concretamente en la Sala de Cultura de «Sa Nostra», el mismo escenario que acogerá desde el próximo viernes día 2 de julio hasta el 16, una muestra de 20 cuadros de tamaño medio de los realizados desde 1996 hasta hoy: «Trabajo a ritmo lento, pero no paro. Lo que no quiero es tener la obligación de exponer todos los años, porque eso te obliga a trabajar deprisa, lo que no es bueno, ni para el artista ni tampoco para el público, porque no puede haber mucha diferencia de un año para otro», explicó el pintor granadino, residente en Eivissa desde 1933, donde sus padres le trajeron con tan sólo dos años de edad.

Toda la obra que Adrián Rosa presenta en esta ocasión está dentro de la línea evolutiva que inició en 1995: «En la exposición de 1996, la mitad de los cuadros que mostré era de esta manera nueva dentro de lo que se conoce de mi producción: muy geométrica, un poco cubista, basada en la arquitectura ibicenca. En la actual, toda la obra está dentro de ese estilo, tiene una unidad formal, digamos», explicó el pintor a este periódico.

Un cambio estético en sus cuadros que tiene su raíz en la pasión que Adrián Rosa siente por el muralismo. «Por esa razón está todo muy simplificado, es figurativo pero no completamente realista, en donde intervienen los diferentes puntos de vista del cubismo y recuerda un concepto mío del mural, que surge de estudiar a un artista de la talla de Piero de la Francesca, el cubismo y los muralistas mexicanos. Un poco por ahí voy». Adrián Rosa estudió Bellas Artes en la Escuela de San Carlos de Valencia entre los años 1950 y 1955. Finalizada la carrera trabajó como profesor en el Instituto Isaac Peral de Cartagena, donde enseñó dibujo hasta 1958.