El portavoz del jurado del certamen, Carmelo Romero, anunció ayer el fallo del jurado.


«Requiem for a dream» (Réquiem por un sueño), de Darren Aronofsky (EE UU), y «La ville est tranquille» (El pueblo está tranquilo), de Robert Guediguian (Francia), compartieron ayer la Espiga de Oro, máximo galardón de la Semana Internacional de Cine de Valladolid. El jurado internacional de la 45 edición del certamen, cuyo fallo fue leído por el español Carmelo Romero, decidió otorgar el galardón, dotado con cinco millones de pesetas, «ex aequo» a dos películas que ofrecen un tratamiento distinto para problemas que salpican la sociedad actual, como la droga, el paro o el racismo.

Robert Guediguian es un director habitual en la Seminci, que el año pasado le dedicó uno de sus ciclos. Para su película fue el premio a la mejor actriz, que consiguió, Ariane Ascaride, mujer e intérprete de todos los filmes de Guediguian. Por su parte, Darren Aronofsky se dio a conocer internacionalmente con su primera película, «Pi (Fe en el caos).

Una ópera prima, «Girlfight», de la realizadora estadounidense Karyn Kusama, obtuvo la Espiga de Plata, mientras que otro debutante en el largometraje, el británico Stephen Daldry, se hizo con el premio Pilar Miró al mejor nuevo director por «Billy Elliot», cinta que ha conseguido además el galardón del público. El mexicano Damián Alcázar fue considerado el mejor actor por su papel en «La ley de Herodes», de Luis Estrada, y para esta misma cinta fue el galardón a la mejor dirección de fotografía, que obtuvo Norman Christianson. Sólo uno de los tres largometrajes españoles que concursaron en la sección oficial de la 45 Seminci ha conseguido meterse en el palmarés, «Las razones de mis amigos» de Gerardo Herrero, que ha sido reconocido con el premio especial del jurado.