El cantante Carlos Cano continúa en «situación crítica», en «extrema gravedad» y con «inestabilidad hemodinámica» en la Unidad de Críticos del Hospital Universitario San Cecilio de Granada, después de la larga operación a la que fue sometido el pasado martes para reducirle una rotura de aorta.

Según dijo ayer el jefe de la Unidad de Críticos, Juan Miguel Torres, el paciente ha superado las primeras doce horas del postoperatorio, aunque su estado es «muy inestable» con continuos altibajos. El jefe de la Unidad señaló que «cada hora que pasa es una hora que ganamos» y explicó que Carlos Cano tiene las constantes vitales monitorizadas, con ventilación mecánica y está «muy vigilado».

El artista está completamente sedado para evitar cualquier situación de estrés y el dolor y «para que no sepa lo que está pasando», agregó Torres, quien explicó que, según los análisis que se le han practicado y a falta de conocer resultados de otras pruebas, «no hay un sangrado especialmente llamativo».

No obstante, los médicos que atienden al cantautor subrayaron que su situación puede cambiar en cualquier momento e hicieron hincapié en que la dolencia que padece es mucho más grave que la que sufrió en 1995, cuando fue intervenido en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York. Esos antecedentes complican su recuperación, según explicó el jefe del servicio de Cirugía Vascular, Eduardo Ros, quien precisó que la mortalidad en casos de aneurisma de aorta -la dolencia que padeció el cantante en 1995- oscila entre el 5 y el 8 por ciento, pero en el caso de rotura de la arteria -el cuadro actual- supera el 46 por ciento.