Una historiadora británica especializada en la obra de Francisco de Goya, Juliet Wilson-Bareau, ha manifestado sus dudas respecto a la autenticidad de dos cuadros del pintor español, «La Lechera» y «El coloso», expuestos en el Museo del Prado de Madrid. Wilson-Bareau, comisaria de una exposición de dibujos de Goya en la Hayward Gallery de Londres, afirmó en la revista «El Periódico del Arte» que «La Lechera» siempre le ha parecido «muy rara, ya que no se corresponde con ninguna de las obras que sabemos ciertas de Goya en los ultimos 10 años». En lo que respecta a «El coloso», «casi todos los especialistas estamos de acuerdo en que no es de Goya», añadió.

Radiografías de «La Lechera» evidenciaron la presencia bajo la pintura de una cabeza de moro y de una pequeña figura de mujer, según la historiadora, que afirma que Goya nunca hizo esbozos debajo de sus cuadros. En declaraciones al diario «El Mundo», la conservadora del Museo del Prado para la obra de Goya, Manuela Mena, se declaró «completamente de acuerdo» con Wilson-Bareau. Otro experto en Goya, Alfonso Pérez Sénchez, citado por el diario «ABC», admitió «cierta incoherencia» de «La Lechera» con la obra del pintor, pero se declaró «un poco escéptico». Wilson-Bareau «puede tener razón, pero que lo demuestre», acotó.

Por su parte, los técnicos del Museo del Prado tomaron una serie de medidas sobre estas obras desde hace años, como no acceder a su préstamo o excluirlas de las ilustraciones producidas por el museo. Manuela Lena, conservadora jefe del departamento de Pintura Española del siglo XVIII y Goya se mostró «totalmente de acuerdo» con Wilson-Bareau, con la que, recordó, lleva muchos años investigando al pintor. En opinión de Mena no hace falta ser un experto para observar «detalles raros» en las obras cuestionadas.

En la misma línea, desde el madrileño Museo del Prado Lena atribuye la autoría de «La lechera» a Rosario Weiss, «que se dice fue hija de Goya». «Es una especie de trabajo de la niña, ayudada por el maestro, que fue su padre», añadió. En «El coloso», la conservadora explicó que hay una composición bajo el cuadro, lo que lleva a pensar que alguien lo repintó imitando el estilo del maestro nacido en la localidad de Fuendetodos para venderlo.