La novela «Abaddon, l'àngel de l'abisme», un «thriller diabólico», como la calificó su autor, «Octavi Egea»; y «La primera aventura d'en Max Espringüel», una historia sobre un ratón de biblioteca, original de Esperança Rosarqué, acaban de ser publicadas por Res Publica Edicions. Ambas obras resultaron ganadoras de la novena edición del Premi de Narrativa Ciutat d'Eivissa, en la categoría de adulto e infantil, respectivamente. Como sugirió el jurado, también ha sido editada la obra finalista, «Ningú ve fet a mida», de Joan Pinyol. Los tres volúmenes serán presentados el próximo Dia del Libro.

La obra de Octavi Egea, quien también ganó el premio homónimo infantil hace dos años con «Llum del bosc», «es una novela sobre el satanismo, la llegada del Anticristo a la tierra, la captación de adeptos por parte de una secta diabólica y la búsqueda de un autor para escribir el 'Evangelio según Satán'», según explicó el autor a este periódico. Egea reparte su labor creativa entre la narrativa y el teatro, con varios galardones en ambos géneros; también ha escrito la letra de dos comedias musicales y guiones para televisión.

«La primera aventura d'en Max Espringüel» es una divertida historia protagonizada por tres animales e ilustrada por Teresa Durán. Entre el cuento y la fábula, el héroe es un ratón de biblioteca que habla siempre en verso. Max, que tal es su nombre, se pasa las horas muertas leyendo libros, actividad que le agrada más que comer queso; hasta que se entera, indignado, de algo evidente: que los gatos se comen a los ratones. Entonces decide lanzarse a la aventura para enmendar la plana a la cruel naturaleza. Su autora, Esperança Rosarqué, también escribe poesía y es profesora en un colegio de Barcelona.

Según explicó a este periódico el editor, Joan Cerdà, la calidad de «Ningú ve fet a mida» (superior, para algún miembro del jurado, a la de la obra ganadora) ha hecho que también sea editada en la misma colección de Res Publica Edicions. En un tono irónico y con un ritmo dialogado que le aproxima al teatro y al cine, la obra narra la historia de 31 discusiones (una por día en un mes) entre una joven pareja casada hace un año. La moraleja, sin embargo no es negativa, pues apuesta por la dialéctica encendida para mantener vivo el fuego del amor y evitar el aburrimiento.