«El verdugo», cuya versión teatral encabeza Juan Echanove, y el ballet flamenco de Sara Baras, con su espectáculo «Juana la loca», obtuvieron siete y tres galardones, respectivamente, de los IV Premios Max de las Artes Escénicas, entregados en la noche del lunes en Bilbao. Estos premios los promueve la Sociedad General de Autores y Editores-SGAE, llevan el nombre de uno de los protagonistas del quehacer de Valle Inclán y consisten en trofeos, que recrean manzanas, que diseñó el artista catalán Joan Brossa.

El premio de honor se lo llevó el dramaturgo, poeta y novelista Antonio Gala, quien recibió la distinción de manos de la actriz Nuria Espert, quien estaba entre las seleccionadas en la categoría de mejor actriz protagonista, aunque este premio se lo llevó Anna Lizarán. Un ligero matiz de decepción suscitó entre los espectadores que llenaban el teatro Arriaga la ausencia de algunos de los premiados, entre ellos la de Joaquín Cortés, cuyos representantes excusaron la incomparecencia del bailarín en motivos de trabajo.

Bilbao volvió a ser, fuera de temporada, la capital española de las artes escénicas. Por tres horas, durante un tiempo para muchos maravilloso y que se inició con este testimonio con el que Verónica Forqué inició su intervención: «El teatro -expresó la actriz- es el único lugar donde podemos seguir jugando, como cuando éramos niños, pero tras meses de ensayos».

Antonio Gala, Premio de Honor
El escritor, poeta y dramaturgo Antonio Gala aseguró tras l recibir el Premio Max de Honor que el galardón le «ha sentado como una patada en las narices porque parece que ya había terminado mi misión» y prometió retomar el teatro y que estrenará una obra en la capital vizcaína. Gala apuntó también que se dará «una prorroguita » y se mostró satisfecho de haber recibido el premio en la capital vizcaína porque entre esta ciudad y él, según manifestó, «existe un amor a primera vista que todo el mundo sabe».