«La estrella de la exposición es esta obra realizada con una puerta antigua de una casa payesa, procurando que la fuerza que tiene no se me comiera el cuadro». Con estas palabras explicó Marta Torres a este periódico la ilusión que ha puesto en una de las piezas de la exposición que presenta en la galería de su nombre hasta el próximo 9 de septiembre. Junto a ella, la muestra la componen 15 de sus últimas creaciones. «Es una exposición bastante variada, porque, aparte de la puerta, tengo paisajes marinos, interiores, bodegones, casas payesas... Abarco bastantes temas, y llama la atención de la gente por el relieve, que cada vez es mayor», señaló.

Efectivamente; aunque Torres lleva unos años desarrollando un estilo de pintura que se acerca cada vez más a la escultura y hasta a la artesanía, en esta ocasión sus obras reúnen gran cantidad de materiales que encuentra por los campos y playas de la isla. Hasta materia orgánica. «Sobre todo plantas, cactus, higos chumbos, huevos, almendras, caracoles... Y me funciona muy bien. Lo hago con una técnica propia parecida a la taxidermia, dejando la textura, pero sin que se pueda pudrir por dentro. Es algo original que está gustando mucho», reconoció.

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, Marta Torres tiene en cartera presentar sus trabajos en varias ferias de arte. «En principio teníamos que llevar cosas a la de Valencia, a Arco y a Art-Frankfurt, pero creo que iremos a dos, porque tres es demasiado». «Es que no tengo bastante material; ya he vendido algunas cosas y no sé si podré ir a la de Valencia, que empieza en Septiembre; así que lo más probable es que vaya sólo a Arco y a Frankfurt». Buenos resultados, pues, para una de las pintoras más arraigadas en la Eivissa rural. «Estoy contenta de como me va la cosa; un coleccionista que ya tiene cosas mías me ha comprado más y veo que hay más gente interesada en arte; está muy bien que crezca un turismo más cultural», concluyó.