La composición más perfecta que escribió Robert Schumann en sus primeros años, «Papillons Op.», fue la pieza con la que la pianista catalana Marta Pujol i Pinyol arrancó el bravo en los bancos del público asistente a la cena concierto que bajo el título “El piano y su contribución al ensueño" tuvo lugar el pasado martes por la tarde en el Hotel Hacienda Na Xamena.

Unas cincuenta personas asistieron a esta actuación, única de Pujol en Eivissa este año, según se mencionó en la presentación de la pianista. Pujol reside en Palma de Mallorca, aunque es natural de Torredembarra, y realizó sus estudios en en el Conservatorio de Música de Tarragona obteniendo las máximas calificaciones. La pianista ha orientado su carrera hacia la música de cámara y el acompañamiento vocal.

Pujol abrió el programa de la noche con una serie de Enrique Granados, «Escenas Románticas», en la que la pianista interpretó las piezas «Mazurca», «Berceuse», «Lento», «con éxtasis», «Allegretto», «Allegro appassionato» y «Epílogo». La reacción del público fue lenta ante tan arriesgada apuesta, por la línea romántica de la misma.

Seguidamente, interpretó las dos «Arabescas», de Claude Debussy, muy ajustadas al tema de la noche con el ensueño como protagonista. La primera de ellas fue muy reconocible para el público español asistente a la velada, ya que fue la sintonía de un programa catalán para niños de los ochenta: «El planeta imaginari».