Budapest (Hungría): la estatua de Stalin es transportada a un almacen (1990), una de las fotografías reunidas en la exposición de Ferdinando Scianna.

«Sobre todo, me considero un reportero total, porque toda fotografía implica una relación directa con lo que pasa». Con estas palabras resumió ayer su trabajo Ferdinando Scianna, el fotógrafo siciliano del que el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE), inaugura a las 20 horas la exposición «Les formes del caos», que estará abierta al público hasta el próximo 30 de noviembre. La muestra, que ocupa las dos plantas del edificio, está patrocinada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y ha sido presentada con anterioridad en el Casal Solleric de Palma.

Para explicar su método de trabajo, Scianna cito al fotógrafo francés Henri Cartier- Bresson, su maestro y quien en 1982 le abrió las puertas de la agencia Magnun: «Hay que poner en la misma línea de tiro la cabeza, los ojos y el corazón». Este «artesano» de la instantánea, curtido en reportajes, retratos (muchos de ellos a escritores), moda y publicidad, observa «el mundo como el espejo del fotógrafo; lo que nos impresiona, la gramática y la sintaxis de una realidad que sólo reconocemos cuando nos impacta».

En este sentido, todas las imágenes reunidas en la amplia muestra «son mi álbum de familia, porque todas ellas forman parte de mi vida», precisó Scianna, que considera «inútil» el debate sobre si la fotografía es o no arte. «Lo que me interesa es mostrar la complejidad del mundo, que es un horror, desde luego; pero también algo más, belleza, deseo, placer. Si sólo se muestra una de las dos caras se está pecando contra la verdad».

Por su parte, la directora del MACE, Elena Ruiz, apuntó que «lo que más me interesa de Scianna es que ha pasado por la vida con pasión, que es la única manera que merece la pena vivir; éso queda puesto de manifiesto en los surcos de la memoria que son sus fotografías».